Los profesionales de servicios de campo desempeñan un papel fundamental en esta transformación, especialmente si operan en áreas que pueden verse obligadas a renovar sus flotas con vehículos eléctricos (VE), medir las emisiones de CO2 o adoptar opciones de servicio más remotas.
En este escenario, el sector de las “Utilities” no es una excepción, ya que está experimentando un cambio significativo, en el que la sostenibilidad requiere no sólo ajustes operativos, sino una evolución fundamental de los productos y servicios básicos. Algunos de estos cambios afectarán directamente a los consumidores (por ejemplo, la instalación de energía solar o de bombas de calor geotérmicas en lugar de calderas de gas), mientras que otros seguirán siendo invisibles para ellos (por ejemplo, el cambio del gas natural a mezclas de hidrógeno, o la energía generada por el viento en lugar del carbón).
Además, la incorporación de los informes ESG (Medio Ambiente, Social y Gobernanza) a la práctica empresarial consolidada es cada vez más crucial, lo que presiona a las organizaciones, especialmente a las empresas de servicios públicos, a considerar en profundidad las prácticas empresariales sostenibles. Esto es especialmente cierto cuando sus clientes son total o parcialmente empresas públicas.
Modernizar las infraestructuras aprovechando la tecnología
Una infraestructura moderna exige herramientas modernas. En pocas palabras, mantener un parque eólico marino sólo con papel y hojas de cálculo ya no es una opción. La red debe ser capaz de hacer frente a infraestructuras actualizadas (por ejemplo, aerogeneradores o paneles solares) desde el punto de vista del almacenamiento y la transmisión de energía. A modo de ejemplo, las turbinas eólicas y los paneles solares requieren soluciones sofisticadas para planificar de forma óptima las actualizaciones, reparaciones y sustituciones. Como resultado, los activos inteligentes ubicados en lugares remotos se convierten en primordiales para realizar un mantenimiento eficaz cuando sea más apropiado.
Afortunadamente, la misma tecnología que ha guiado eficazmente a las organizaciones y a los técnicos de campo para ahorrar combustible, tiempo y agravar los riesgos debidos a problemas detectados, está allanando ahora el camino para la nueva era de la sostenibilidad medioambiental.
Al aprovechar las estrategias de sostenibilidad dentro de la Gestión de Servicios de Campo (FSM), las organizaciones pueden alinear la reducción de costes con la reducción de emisiones, por nombrar sólo un par de los beneficios al alcance de la mano. Otros ejemplos incluyen la optimización de rutas para flotas eléctricas, que adquiere mucha más importancia si se combina con el seguimiento del gasto en combustible diésel en la era de los vehículos eléctricos de autonomía limitada. Además, la colaboración remota ha pasado de ser un lujo para realizar reparaciones por primera vez a una herramienta estándar para minimizar las visitas in situ.
Sostenibilidad en la gestión de los servicios de campo
La sostenibilidad tiene tres elementos clave en el contexto del Servicio Móvil:
- Generación de energía sostenible como oferta principal, combinada con la reducción de emisiones
- Compromiso de colaboración en materia de sostenibilidad
- Mejora del tiempo de actividad y de las reparaciones a la primera
- Generación sostenible de energía como oferta principal
Para servir tanto a la eficiencia operativa como a la oferta de modelos de negocio sostenibles, la solución adoptada por las organizaciones orientadas al futuro debe aprovechar los datos conectados, por ejemplo, para proporcionar a los técnicos de campo todo lo que necesitan para completar un trabajo, así como para generar un mantenimiento planificado en línea con el estado y el uso del activo.
Pensemos, por ejemplo, en una empresa que explota una turbina eólica en el tempestuoso Mar del Norte. Aprovechando la información del IoT de la turbina, la empresa puede reaccionar de forma sostenible ante este equipo. Esto podría implicar el consumo de energía, ya que la empresa puede hacer un seguimiento de las condiciones meteorológicas para indicar cuándo puede querer apagar esa turbina (preservando su longevidad o brindando una oportunidad para el mantenimiento allí, en lugar de en otro lugar de la red) o cuándo asegurarse de que la turbina está en línea (es decir, para aprovechar los vientos fuertes). Este enfoque holístico va más allá de la simple asignación de tareas y permite un proceso de optimización más completo en términos de actividades de inspección, mantenimiento y reparación.
- Compromiso de colaboración en materia de sostenibilidad
Cada vez son más las partes interesadas que se implican en prácticas sostenibles (pensemos, por ejemplo, en el auge de puestos como el de responsable de Sostenibilidad). También hay más proveedores y fabricantes que aportan su contribución a la empresa con vistas a su desarrollo sostenible. En este sentido, podrían fabricar tecnología especializada de detección de fugas y mantenimiento de tuberías, poseer credenciales ecológicas específicas o tener conocimientos sobre la instalación y configuración de nuevas fuentes de energía renovables.
Pensemos en un particular con un nuevo vehículo eléctrico que necesita que le instalen una estación de carga en la entrada de su casa. ¿Cómo conoce la organización instaladora el tipo de vehículo y la velocidad de carga necesaria? ¿Y el uso a lo largo del tiempo, las actualizaciones y el mantenimiento? Uno de los retos clave para ayudar a las organizaciones a evolucionar hacia esta nueva normalidad es permitirles ejecutar para ahora y para mañana, simultáneamente, sin sacrificar ni lo uno ni lo otro y adoptando un enfoque holístico y exitoso.
- Impulsar el tiempo de actividad y las reparaciones a la primera
Aumentar el tiempo de actividad y las reparaciones a la primera tiene un efecto positivo en las emisiones de carbono. Una vez más, las tecnologías existentes ofrecen opciones casi ilimitadas, incluidas las capacidades remotas y aumentadas, mientras que las tecnologías colaborativas, que permiten a los técnicos de campo consultar a un experto externo, tienen un doble efecto.
El técnico in situ puede ser guiado a través del servicio y completarlo eficientemente, mientras que el técnico con más conocimientos al otro lado de la línea está disponible como recurso para más técnicos. En otras palabras, esta práctica impulsa las reparaciones a la primera al proporcionar a los técnicos todos los recursos posibles para completar el trabajo por sí mismos, independientemente de su nivel de experiencia. Por ejemplo, los informes de trabajo guiados (por ejemplo, un paso a paso de cómo cerrar un trabajo) significan que las personas nuevas en el trabajo tienen la capacidad de capturar exactamente los mismos datos que un miembro fijo del personal. En consecuencia, la digitalización de la captura de datos y su contextualización mediante una plataforma de Field Service también fomenta la coherencia de los procesos en toda la empresa.
Conclusión
Los impactos medioambientales y los avances tecnológicos deben tener sinergias, para capacitar a las organizaciones a alcanzar sus objetivos de sostenibilidad y navegar por la transición ecológica.
Las directrices de sostenibilidad de la ONU establecen una base firme para este empeño, incluyendo elementos vitales, como la eficiencia energética asequible y limpia, las infraestructuras innovadoras, las comunidades sostenibles y la acción por el clima. Estas prioridades armonizan, en lugar de competir.