Equinix actualmente opera en 52 mercados a lo largo de los cinco continentes a través de más de 200 data centers IBX® (International Business Exchange), dando servicio y soporte a un ecosistema de negocio de más de 9.800 compañías y llevando a cabo más de 270.000 cross-conexiones entre cloud providers, empresas y diferentes localizaciones. Estas cifras no podrían ser realidad si no existiera una capacidad energética que sustentara todo el hardware, equipos y materiales que hacen que todo el sistema funcione. La energía eléctrica es absolutamente fundamental y, por el volumen de suministro que debemos atender, la requerimos en grandes cantidades.
Como compañía comprometida con el medio ambiente y desde la responsabilidad que nos concierne gastar 5.000 GWh de consumo de electricidad en un año (el equivalente al consumo de electricidad de unos 500.000 hogares en ese mismo periodo), somos plenamente conscientes de que tenemos la obligación de ser eficientes y limpios dentro del concepto de progreso tecnológico en el que tenemos un papel protagonista: de nada sirve vivir en un mundo digital e interconectado si es difícilmente habitable por la contaminación. El progreso debe de ir encaminado en todos los sentidos. Y no es una idea que hayamos adoptado de forma reciente: es parte de nuestros valores corporativos y de nuestra forma de entender el entorno en el que nos movemos.
Desde el año 2000, la eficiencia energética ha sido la base de todo el proceso de diseño de Equinix. Han sido casi 20 años en los que hemos estado desarrollando y ejecutando estrategias para hacer un proceso limpio, sostenible y eficiente en todos nuestros centros y convertir aquellos que todavía no lo hacían. Cada uno de los data center cuenta con componentes energéticamente eficientes y utiliza materiales orientados a alcanzar nuestro objetivo de sostenibilidad de utilizar la máxima cantidad de energía limpia y renovable. Si hablamos de inversión económica, desde 2011 –año en el que comenzamos a cuantificar esta partida– se han invertido más de 100 millones de dólares en mejoras y modificaciones para alcanzar mejoras o plena eficiencia energética.
En Equinix, además de la inversión que realizamos año tras año, tenemos un objetivo marcado por el que están orientadas todas las estrategias de implantación, suministro y consumo de energía: el de alcanzar un 100% de consumo de fuentes limpias y renovables. Y no es un objetivo para alcanzar a largo plazo: al final de 2018, nuestra utilización de energías renovables es de más del 90% con más de 150 data centers utilizando energía completamente renovable –frente al 75% que abarcábamos en 2017–, siendo de un 95% en América –100% en los EE. UU.–), de un 94% en el área de EMEA y de un 76% en Asía-Pacífico. En España, el 100% también es una realidad. Para rubricar este compromiso, Equinix es miembro de RE100, una iniciativa que reúne a las empresas más influyentes del mundo que están comprometidas con el objetivo de alcanzar un consumo de electricidad 100% renovable.
Además de preocuparnos por la procedencia de la energía, en Equinix también podemos citar algunos ejemplos de cómo optimizamos nuestros recursos energéticos: en el data center IBX® AM3 de Ámsterdam reutilizamos la energía calorífica generada para proveer de calefacción a edificios universitarios colindantes y en uno de los de Londres, mediante refrigeración por evaporación indirecta, intercambiadores de calor y unidades de recogida de agua de lluvia se cubre de forma sostenible el 85% de las necesidades de refrigeración.
Aquellos que no lo hayan hecho, deben de tomar medidas ya: según las previsiones, el aumento de temperatura del clima del planeta alcanzará, si no se lleva a cabo ninguna estrategia que lo frene, hasta 1,5ºC entre 2030 y 2052. El uso de energías no renovables está entre uno de los principales responsables de esta situación. No podemos esperar a que todas estas cuestiones se solucionen por sí mismas, y para llegar a la solución lo mejor es dejar de ser parte del problema. Citando una frase que se ha convertido en un símbolo de la concienciación medioambiental: “o cambiamos de conducta o cambiamos de planeta”.