El calentamiento global, las emisiones de gases de efecto invernadero y el consumo energético forman parte importante de la agenda de todos los países de mundo.
La ciencia ha demostrado que a fin de evitar los peores efectos del cambio climático, es necesario limitar el aumento global de la temperatura y por ello los líderes mundiales, en la conferencia de Paris de Naciones Unidas, se comprometieron a reducir las emisiones alrededor del 45% para 2030 y la obtención del cero neto en el 2050.
El cero neto implica no contribuir a la acumulación de gases que calientan el clima en la atmósfera y, para ello, el sector energético va a tener que realizar un mayor esfuerzo dado que es el principal contribuidor.
Actualmente, más del 60% de la electricidad del mundo se produce utilizando combustibles fósiles. La industria de los centros de datos consume entre el 1% y el 3% de la energía mundial y supone cerca del 2% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Este alto consumo no sería un problema si la electricidad se generara íntegramente a partir de fuentes renovables.
Además, la industria de los centros de datos se encuentran entre las diez principales industrias consumidoras de agua dado que los centros de datos utilizan agua para la refrigeración líquida y la producción de electricidad.
Para lograr el cero neto, las empresas de centros de datos tendrán pues que cambiar significativamente la forma en que construyen, operan, alimentan y alquilan sus instalaciones.
Actualmente, la mayoría de las emisiones provienen de la generación de electricidad necesaria para alimentar los centros de datos e incrementar equipos necesarios para su funcionamiento. En los últimos años, la demanda de computación no ha dejado de crecer con la irrupción de tecnologías emergentes como IoT, Big Data o la Inteligencia Artificial. Esta demanda no se ha traducido en un crecimiento equivalente en el consumo energético pues tanto los proveedores de centro de datos como fabricantes de equipamiento llevan años trabajando en medidas de eficiencia energética que ha permitido contener el consumo.
No obstante, algunos estudios afirman que, al ritmo actual, las emisiones de la computación de datos pueden crecer potencialmente hasta el 14% de las emisiones globales para 2040. Por lo tanto, los centros de datos deben encontrar formas de reducir sus emisiones para poder alcanzar los objetivos climáticos globales.
La industria de los centros de datos ha asumido esta responsabilidad y es consciente de su huella de carbono, disponiendo de programas de medida y mejora, cambiando sus fuentes energéticas a energías limpias y, hasta la fecha, incluso comprando assets de carbono para neutralizar las emisiones restantes. Algunos de los grandes centros de datos a nivel mundial, léase Google, Microsoft, Amazon o Facebook, han ido aún más lejos estableciendo metas corporativas de carbono cero para 2040. Asimismo en Europa, en un esfuerzo autorregulatorio, más de 100 operadores de centros de datos y asociaciones comerciales se han adherido al Pacto por la Neutralidad Climática, acordando que los centros de datos sean climáticamente neutros para 2030, garantizando así que estos centros sean una parte integral del futuro sostenible de Europa.
Desafíos de los centros de datos Net Zero
Progresivamente, en el sector ha habido un gran cambio pasando del “Greenwashing” incial hacia la ejecución de esfuerzos reales enfocados a la sostenibilidad. Del “comprar” créditos de carbono para compensar las emisiones de los centros de datos, a cambiar a energías 100% renovables. Pero esta no es la única medida a implementar aunque sí la más relevante. Para conseguir los objetivos Net Zero, los operadores de centros de datos deberán disponer de múltiples medidas orientadas a:
- Hacer uso de energía “limpia” “renovable” o libre de carbono al 100%. La transición a fuentes de energía renovables como la eólica, la solar o la hidroeléctrica es el primer paso para reducir las emisiones. Los centros de datos también pueden complementar su energía comprada de forma rentable generando la suya propia con paneles solares o turbinas eólicas in situ o en las cercanías. Además, las pilas de hidrógeno son una alternativa viable a los generadores diésel como fuente de energía de reserva.
- Priorizar el uso de agua
- Reutilizar y reparar los servidores y equipos, alargando su vida útil
- Aplicar medidas de eficiencia energética y medirlas
- Buscar formas de reutilizar el calor generado
Para lograr esta transformación deseada a cero neto, la industria de los centros de datos se enfrenta pues a un impacto alto tanto en el capex como en el opex, siendo la implantación de las medidas mencionadas un desafío a nivel de costes, tecnológico y regulatorio.
En primer lugar, la energía renovable puede ser más cara que los combustibles fósiles. Esto puede dificultar que los operadores de centros de datos justifiquen el coste de cambiar a energía renovable. La electricidad consumida constituye una proporción significativa de los gastos operativos. Los márgenes de beneficio dependen de la capacidad para adquirir energía a precios baratos, protegerse contra la volatilidad de los precios y trasladar los costes a los clientes de centros de datos.
Además, algunas tecnologías de energía renovable, como la solar y la eólica, aún no están lo suficientemente maduras como para proporcionar energía confiable para los centros de datos.
A medida que el coste de la energía renovable siga cayendo y la tecnología madure, los centros de datos con cero emisiones netas serán más factibles.
La construcción de nuevos centros de datos también deberá reducir el carbono incorporado asociado, renovando sus conceptos de desarrollo incorporando una mejor eficiencia de diseño, materiales más ecológicos, procesos de fabricación y construcción sostenibles y principios de circularidad. Dichas mejoras supondrán una mayor inversión inicial. La implementación requerirá innovación tecnológica persistente, colaboración sostenida con la cadena de valor y aplicación de la fijación interna del precio del carbono.
¿Por qué actuar?
El mundo digital tal y como lo conocemos sustenta gran parte de la economía mundial y su núcleo reside en los centros de datos distribuidos por todo el mundo. Estos centros de datos albergan desde infraestructuras IT “tradicionales” a los emergentes servicios en la nube e Inteligencia Artificial. Su crecimiento es exponencial y tienen un papel relevante en todos los debates en torno a la transición energética y la carrera hacia el cero neto.
Al no actuar sobre Net Zero, las empresas de centros de datos se enfrentan a un alto riesgo de pérdida de clientes. Las empresas de tecnología van estableciendo progresivamente ambiciosos objetivos de reducción de carbono y tienen altos estándares para la adquisición de energía renovable. Si el proveedor del centro de datos no cumple con estos requisitos, es probable que sus clientes opten por trasladarse a otros centros de datos más ecológicos o más comprometidos que les ayuden a alcanzar sus propias metas corporativas en sus programas ESG.
Además, actuar con antelación en la descarbonización evitará cualquier penalización o posible impuesto sobre el carbono en el que se pueda incurrir por la inacción de los operadores de los centros de datos. Las regulaciones emergentes requerirán que las organizaciones divulguen el impacto de los riesgos y oportunidades relacionados con el clima en sus negocios, estrategia y planificación financiera. No tener un plan de transición creíble sin duda afectará la reputación de la empresa.
En conclusión, Net Zero es un imperativo para cualquier negocio de centros de datos. Si se mueven temprano y estratégicamente, puede ser una oportunidad para capturar valor y crear una ventaja competitiva duradera. Las empresas de centros de datos indecisas que tarden en actuar corren el riesgo de perder cuota de mercado y/o márgenes de beneficio. Adoptar Net Zero parece a estas alturas evidente en la industria del centro de datos. La única posible duda es, ¿para cuándo?
NOTA. Diferencias entre carbon neutral, zero carbon, zero net:
- Neutralidad de carbono (Carbon Neutral) significa equilibrar la emisión y absorción de carbono de la atmósfera en sumideros de carbono, compensando la cantidad total de emisiones. Por ejemplo, una empresa puede comprar créditos de carbono de un proyecto de energía renovable como un parque eólico para equilibrar su dinero.
- El carbono neto cero (Zero Carbon) sugiere que, en primer lugar, no hubo emisiones y, por lo tanto, no es necesario capturarlas. Por ejemplo, un centro de datos que funciona con energía solar no utiliza combustibles fósiles y no deja huella de carbono debido a su uso de energía.
- Cero emisiones netas (Zero Net) significa no contribuir a la acumulación de gases que calientan el clima en la atmósfera, incluidos los gases fluorados que se utilizan habitualmente en los sistemas de refrigeración de los centros de datos.