La tecnología es clave para la instauración de las medidas de eficiencia energética
Se ha avanzado mucho en los últimos años en materia de sistemas de medición de consumo energético. El Big Data, El internet de las cosas, los smart devices o la demand response, son herramientas que están acelerando el proceso de implantación de estas medidas.
Todo ello está cambiando la forma de consumir y producir energía. A pequeña escala, la capacidad de reducir los consumos individualizados y los periodos de stand-by de electrodomésticos y maquinaria, o la implantación de sistemas de gestión energética, han supuesto un avance en las estrategias de optimización energética de hogares y negocios.
A nivel global ha afectado profundamente al mercado eléctrico, permitiendo la aparición de nuevos roles o surgiendo nuevos tipos de organización, más flexibles, locales y descentralizadas de los grandes productores y distribuidores de energía.
Una de las nuevas figuras es la del prosumidor energético, la cual va a ocupar un puesto clave en el sistema energético europeo. Las TIC aplicadas a la eficiencia están logrando impulsar el ahorro energético a la vez que facilitan la introducción del autoconsumo en el sector residencial y empresarial. De este modo, se cambia el rol que antes tenía el consumidor final, transformándolo en un ente activo del sistema, capaz de ser generador de energía y demandante de soluciones que le ayuden a mejorar su comportamiento energético.
De este modo, los agentes tradicionales del mercado eléctrico se tienen que adaptar a esta nueva realidad, atendiendo a tres principales situaciones.
- Ajustar los márgenes de beneficio por la comercialización de la electricidad.
- Diversificar el portfolio de soluciones, ofreciendo nuevos servicios adaptados a los clientes para convertirlos en prosumidores energéticamente eficientes.
- Adaptación a un nuevo esquema energético con múltiples productores, descentralizados, adaptados a un entorno local y cercano al lugar de consumo, y fomentando el uso de energías renovables.