La digitalización, la inteligencia artificial y los sistemas conectados nos permiten hoy operar carreteras, hospitales, aeropuertos o intercambiadores de manera más eficiente, anticipando necesidades y tomando decisiones basadas en datos reales. Creo firmemente que la sostenibilidad es una auténtica palanca de innovación y que la descarbonización debe ser un eje estratégico para cualquier organización comprometida con el futuro.
Integrar nuevas soluciones energéticas, automatizar procesos o impulsar el mantenimiento predictivo no son solo avances técnicos, sino pasos decisivos hacia un modelo económico más competitivo y alineado con los objetivos de neutralidad climática. Esta visión guía cada uno de nuestros proyectos y refuerza mi compromiso personal con una transformación digital responsable que permita construir infraestructuras más inteligentes, seguras y sostenibles.
¿Qué proyecto reciente de su organización considera más innovador en eficiencia energética? ¿Qué papel desempeñaron las tecnologías y la colaboración entre sectores en su éxito?
En cuanto a eficiencia energética diría que el proyecto más innovador, ha sido el empleo de IA para reducir el consumo de energía en hospitales e intercambiadores de transporte. Se trata de un proyecto que hemos realizado en colaboración con la empresa Sener, que adaptó su software Respira para conseguir reducir el consumo de energía en estos activos sin perjudicar el confort térmico de los usuarios del hospital.
En el marco de esta colaboración se ha conseguido evolucionar esta herramienta de IA, para que, además de mejorar la eficiencia energética de hospitales, seamos capaces de mejorar la calidad del aire dentro del mismo. Para ello, se han instalado dentro del hospital sensores, desarrollados y patentados por el CSIC, capaces de medir la concentración vírica en el aire del hospital. A partir de esta información se han desarrollado algoritmos que permiten predecir los momentos de mayor riesgo de contagio, para actuar de forma automática sobre la instalación de ventilación del hospital, incrementando la entrada de aire limpio del exterior y aumentando la renovación de aire dentro del hospital.
¿De qué manera la tecnología y la automatización de base tecnológica están impulsando la eficiencia energética en el sector industrial y de movilidad?
Sacyr Concesiones es una de las mayores empresas concesionarias de infraestructuras de transporte del mundo. Cuenta actualmente con más de 4.500 km de autovias y autopistas en fase de operación y mantenimiento. Uno de los objetivos que tenemos en el corto plazo es la descarbonización de estos activos mediante la sustitución de luminarias de vapor de sodio por leds, que consumen aproximadamente en un 60% menos. Además estamos trabajando para que dicha luminarias led se alimenten de energía renovable producida con tecnología instalada en la propia vía, mediante el empleo de baterías que almacenan dicha energía durante el día para suministrarla durante la noche. También estamos trabajando en hacer dichas luminarias inteligentes, para que sean capaz de regular su intensidad lumínica en función del tráfico presente en la vía y de las condiciones de visibilidad de la misma, consiguiendo, al mismo tiempo, no sólo una reducción de la huella del activo, sino unas condiciones de seguridad a la conducción más altas para los usuarios de nuestras carreteras.
El segundo tipo de activo en importancia para la compañía son los edificios hospitalarios. En este tipo de infraestructuras nuestros esfuerzos están encaminados en el uso de la IA para optimizar el consumo energético de este tipo de infraestructura sin afectar al confort térmico de los usuarios del hospital. Los datos que utiliza la IA para este tipo de optimizaciones proceden de estaciones meteorológicas cercanas, de sensores que indican el nivel de ocupación del edificio, del precio de la energía o de la energía producida y demandada por el hospital en cada momento. Y en base a estos datos el algoritmo es capaz de indicarle a los sistemas que gestionan las instalaciones de climatización del hospital cómo deben funcionar de forma automatizada.
¿Qué tendencias considera clave para avanzar en la sostenibilidad y reducción de emisiones en movilidad? ¿Cómo afectan estas tecnologías a la competitividad?
Vamos hacia infraestructuras de transporte cada vez más sostenibles, inteligentes y resilientes, donde la proporción de vehículos eléctricos y con capacidad para comunicarse con la infraestructura y otros vehículos, será cada vez mayor. Esto nos va a llevar, por una parte, a la necesidad de tener que instalar puntos de recarga eléctrica rápida y ultrarápida, que evite la formación de colas incluso en aquellos días donde haya un mayor número de desplazamientos y a que la red eléctrica se adapte para que sea capaz de llevar las potencias eléctricas que se demanden a cada uno de estos puntos.
Por otro lado, las infraestructuras de transporte deberán adaptarse para dotarse de la conectividad necesaria para que los vehículos puedan transmitir los datos que generen durante la conducción a otros vehículos y a la propia infraestructura. Ésta deberá adaptar sus sistemas actuales, si quiere beneficiarse de estos datos, para hacer la infraestructura más segura y sostenible. Por ejemplo, los vehículos conectados podrán avisar en tiempo real de la formación de baches o de calzadas con mala regularidad, que generan, además de una pérdida de confort durante la circulación para el usuario de la vía, un mayor consumo de combustible que se traduce en un mayor nivel de emisiones de CO2 a la atmósfera.
También podrán avisar en tiempo real de la formación accidentes, o de la presencia de vehículos averiados que pueda generar atascos en la vía y, por tanto, un mayor nivel de polución.
Las carreteras que no estén adaptadas a estos cambios serán menos competitivas porque estarán menos adaptadas a esta nueva tipología de usuarios, que perderán interés por circular por estas vías frente a otras que sí se hayan adaptado y puedan ofrecerles una conducción más segura y sostenible.
¿Cómo afronta el sector industrial la descarbonización? ¿Cuáles son las barreras principales para implantar procesos más sostenibles?
Sacyr Concesiones afronta el reto de la descarbonización de sus activos, como una oportunidad para hacerlos más atractivos a nuestros clientes públicos y usuarios finales, sin que ello suponga una pérdida de competitividad en el medio-largo plazo.
Para proyectos en fase de operación y mantenimiento, ya sean carreteras o grandes edificios, las principales barreras que tenemos para implementar procesos más sostenibles están dentro del propio contrato, que se redactó en un contexto tecnológico que nada tiene que ver con el actual. Estos contratos dificultan, o directamente impiden, que las empresas concesionarias de infraestructuras se puedan beneficiar de posibles ingresos adicionales que podrían conseguir gracias a la explotación de estas tecnologías. En otras ocasiones obligan a que la inversión se deba acometer de forma íntegra por la empresa concesionaria, mientras que el ahorro de costes derivados de la explotación de la tecnología, se deba repartir al 50% con el cliente público, lo que da lugar a que muchas inversiones que permitirán hacer más sostenible el activo, terminen no siendo rentables, sobre todo cuando la duración remanente de la concesión es corta en el tiempo y no hay compensación por parte del cliente en cuanto al valor residual de la inversión hecha.
Otras barreras que nos encontramos, es la falta de espacio para la colocación de sistemas de generación de energía renovable, la mala orientación de taludes que reduce la producción de energía, o posibles robos que obligan a proteger y vigilar dichas instalaciones.
¿Cómo están adoptando los territorios inteligentes tecnologías para mejorar su sostenibilidad y calidad de vida de los ciudadanos?
El objetivo de las smart cities está en utilizar tecnologías como el IoT, Big Data y plataformas de gestión urbana, para hacer la vida más fácil a los habitantes de la ciudad, optimizando recursos y reduciendo el impacto ambiental. Algunas tecnologías que ya se están usando por parte de estos territorios serían, el empleo de luminarias equipadas con sensores que regulan intensidad lumínica de acuerdo a la presencia o no de peatones y que permitan la recarga de vehículos eléctricos que aparquen en calles públicas; el uso de cámaras y aforadores de tráfico que permiten conocer las condiciones de tráfico en tiempo real, información que puede usarse para regular semáforos y priorizar determinadas rutas en determinadas horas del día; o la instalación de sensores en contenedores de basura, para detectar su nivel de llenado y optimizar la recogida, reduciendo desplazamientos innecesarios.







