«Hemos pasado de la automatización a la tecnología cognitiva, y ahora tenemos que asimilarlo«
Óscar García Roca, es el responsable de negocio Oil&Gas y Utilities en T-Systems Iberia, y cuenta con una trayectoria profesional de más de 20 años liderando proyectos de transformación en este sector basados en el desarrollo e implantación de sistemas. Durante el Smart Energy Congress, participará en la sesión Industrial Cognitive Services que se celebrará el jueves 4 de abril a las 10h en la Sala “Visión Tecnológica”.
Una mesa de debate que tratará de aportar las claves de las transformaciones que esperan al sector industrial con la asimilación de las tecnologías cognitivas.
¿Hacia dónde se dirige el sector con la llegada de las tecnologías cognitivas?
La Transformación Digital del sector industrial se ha basado hasta ahora en la implantación de tecnologías para conseguir la automatización de procesos en una búsqueda constante de la mayor eficiencia en términos de coste y predicción, principalmente. Este entorno robotizado y cada vez más mecánico, nuevamente busca el referente humano. Colocamos al cliente en el centro y nos enfocamos en desarrollar una experiencia de cliente soportada sobre las últimas tecnologías; pero que vaya aún más allá de estas mismas. Es en este segundo paso de ‘humanizar’ la transformación digital, donde entran en juego las tecnologías cognitivas o, mejor dicho, aquellas que ofrecen un cierto comportamiento y resultado cognitivo, aún en proceso evolutivo.
Gracias a la Realidad Aumentada, Virtual, o incluso Mixta, la Inteligencia Artificial (IA), la Robotización y otras tecnologías, estamos consiguiendo llegar no solo al cliente como receptor del producto, sino incluso a los propios trabajadores con aplicaciones y soluciones más ‘humanas’. Como, por ejemplo, en el caso de intervenciones ‘en campo’, en lugar de llevar un dispositivo que se conecta a un sistema, requiriendo una actuación específica (como el registro de material), les dotamos de un traje o unos guantes, que pueden interactuar directamente con ‘la máquina’ sin necesidad de parar o de disponer de ‘una mano dedicada’ para ello.
¿Qué ventajas aportan estas tecnologías a la industria?
Sin duda, añaden una capa de inteligencia evolutiva muy importante a los sistemas. Estas tecnologías ‘más cognitivas’ nos permiten desarrollar sistemas capaces de evolucionar, con lo que las inversiones y la escalabilidad, casi están aseguradas. Los robots o las aplicaciones basadas en IA y que implantemos, podrán aprender de sus errores y aciertos, no tendremos que sustituirlos, y además se harán más eficientes con el tiempo. En entornos donde los niveles tecnológicos son tan altos como el industrial, sin duda es una ventaja a tener muy en cuenta.
¿Cuáles son las líneas de trabajo principales en estas tecnologías?
Actualmente destacan las aplicaciones para Smart Home, donde hay una presencia importante, tanto de tecnología IoT como de, por ejemplo, asistentes del hogar que son Inteligencia Artificial pura. Otra de ellas es la industria 4.0, que también cuenta con un entramado de tecnologías como la sensorización para la recogida y analítica de datos, IA para la automatización de procesos, dispositivos wearable, realidad virtual y aumentada, etc. que son la base de la integración de las tecnologías cognitivas en los procesos industriales.
¿Cuáles son los retos de la tecnología cognitiva?
Sin duda, la seguridad es el protagonista del debate. Hasta dónde podemos llegar con estas tecnologías, principalmente IA, y cómo podemos utilizar la información que recojamos de los deferentes sistemas… El sector debe seguir trabajando en el desarrollo de ‘tecnologías cognitivas’, sin olvidarse de las implicaciones éticas que su desarrollo conlleva. De hecho, el Consejo de la UE ha dado su visto bueno al desarrollo de un Plan Coordinado sobre IA recientemente y aboga por establecer requisitos adecuados de ciberseguridad para la inteligencia artificial y por garantizar la protección de los derechos fundamentales.
Sin duda estamos en un momento de evolución tecnológica muy emocionante, que nos aporta multitud de ventajas, como individuos y como sociedad. Conseguir una tecnología más humana es una oportunidad para perpetuar las mejores cualidades de ambas, pero también hay que ser conscientes de los riesgos que implica, y contar con un marco legislativo adecuado para mantener la privacidad y los derechos de los individuos.
Responsable Negocio Oil&Gas/Utilities de T-Systems
