Este 2020 es el año del despliegue de la nueva tecnología 5G en España y en la mayoría del resto de países del mundo. Como se preveía, está suponiendo que el número de dispositivos conectados a internet haya crecido exponencialmente y con ello el volumen de datos a procesar.
Aunque es algo que se tenía en cuenta, la reciente pandemia del Covid-19 ha hecho que estas previsiones se queden cortas y sea mucho mayor el tráfico de datos a gestionar en un futuro cercano. Ya hay países que han diseñado aplicaciones móviles para poder monitorizar a la población y de esta manera poder evitar nuevos rebrotes del virus evitando concentraciones masivas o desplazamientos innecesarios. También la trazabilidad de todas las mercancías será algo imprescindible para poder controlar el movimiento de material entre continentes.
Cada país diseñará sus mecanismos de control, pero todos ellos implicarán un mayor tráfico de datos y una necesidad de análisis en tiempo real que implicará llevar el procesamiento del dato allá dónde éste ocurra. Esto ha hecho que los “edge datacenter” hayan despegado definitivamente como medio rápido y robusto de poder desplegar infraestructura que permitan procesar toda esta información en tiempo real de una manera fiable.
A su vez hemos visto como las necesidades de teletrabajo se han desbordado durante la crisis sanitaria y muchas empresas han tenido que desplegar en tiempo record plataformas para poder garantizar la continuidad de su negocio como escritorios virtuales, soluciones de videoconferencias o gestión documental. La mayoría de estos despliegues “express” se han realizado en plataformas públicas aprovechando los servicios ya consolidados de los grandes proveedores de servicios cloud.
Esto lleva a las empresas a tener su información repartida en un gran ecosistema deslocalizado. Los datos más críticos de la compañía estarán en un data center on premise, con una política de contingencia de backup/replicación en otra ubicación física o virtual. Los datos que tengan que ser procesados en tiempo real estarán en el “edge data center” y los menos críticos posiblemente en algún proveedor de cloud pública.
Esta gran capilaridad lleva implícita la descentralización de los recursos IT de las compañías que los Data Center Managers tienen que gestionar. Ya que de pasar a gestionar un centro de datos principal y en ocasiones uno de respaldo, se han encontrado con un ecosistema de data centers distribuidos en los cuales no tiene visión directa del estado de los mismos.
Para poder administrar estos nuevos centros de datos descentralizados, es imprescindible disponer de herramientas de software altamente especializadas y evolucionadas que posibiliten afrontar dichos retos en la gestión. Es fundamental contar una capa de software de gestión (DCIM) capaz de abstraer los recursos físicos del centro de datos (Potencia, Climatización y Espacio) y que haga de nexo de unión con los servicios TI de negocio, por lo que estas soluciones tienen que integrarse perfectamente con el resto de aplicaciones de gestión actuales con las que ya cuente el gestor del centro de datos. Además, cada vez tiene más importancia automatizar todas aquellas tareas rutinarias y repetitivas para que el personal especializado del Data Center se focalice en las tareas de valor y críticas. Eso es posible gracias a la tecnología RPA, capaz de realizar tareas de forma automática en función de los valores recogidos y analizados por la plataforma DCIM.
En Software Greenhouse empresa con más de 25 años de experiencia, tenemos una misión clara que es la de ayudar a nuestros clientes a implementar una Gestión Integrada de las infraestructuras y servicios TI relacionados con el centro de datos.
Aplicamos soluciones innovadoras de software a través de nuestros servicios, entre los que se encuentran:
- Consultoría de procesos y modelos de gestión
- Implantación y parametrización de herramientas de gestión para los Centros de Datos (Monitorización, DCIM, inventario, etiquetado)
- Integración con herramientas y procesos existentes
- Automatización de procesos RPA
- Planes de mejora continua (auditorías y revisiones periódicas preventivas)