La lucha contra el cambio climático y la apuesta por proyectos sostenibles (energías renovables, movilidad eléctrica, tratamiento de residuos y creación de infraestructuras adaptadas) marcan el único camino viable para la economía En este escenario, la transformación digital y ecológica se posiciona como palanca fundamental para llevar a cabo innovaciones profundas de los modelos tradicionales de desarrollo urbano en todos sus ámbitos: sociales, económicos y medioambientales.
Ahora más que nunca la incorporación de la inteligencia a ciudades y territorios es el motor de un nuevo modelo económico más sostenible y resiliente, que incide especialmente en la recuperación de los sectores productivos clave de nuestro país, como son el turismo, la agroalimentación y la industria, que han sido muy afectados por la pandemia.
Las ciudades y territorios inteligentes proporcionan respuestas a retos muy relevantes para el país como la brecha digital, la despoblación y el reto demográfico de las zonas rurales, la modernización del modelo productivo y social y su evolución hacia una sociedad del conocimiento o la lucha contra el cambio climático.
Las ciudades y territorios inteligentes son inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles. Además, impulsan el empleo de calidad y el crecimiento económico gracias al emprendimiento, la creatividad y la innovación y tienen un firme compromiso con el medio ambiente a través de soluciones digitales que optimizan el consumo de los recursos, la gestión de residuos y promueven el uso del vehículo eléctrico y las energías renovables, por poner solo algunos ejemplos.
En España, el objetivo pasa por aprovechar la oportunidad que suponen los fondos europeos en línea con el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, para dar continuidad y avanzar en el proceso de transformación inteligente y sostenible de las ciudades, a través de un programa nacional de aceleración que permita dar un salto cualitativo en las iniciativas que ya han arrancado en diversas ciudades en los últimos años.
Y no solo eso. España está en una posición privilegiada para situarse como líder mundial en el ámbito de Ciudades Inteligentes y crear un sector industrial estratégico, generador de empleo de valor y de largo recorrido, gracias a la extraordinaria evolución del tejido urbano español como referente en desarrollo sostenible, inclusivo e inteligente.
De hecho, diez ciudades de nuestro país se encuentran entre las 165 mejor Smart Cities del mundo, según el Índice IESE Cities in Motion y más de 300 urbes, empresas y organizaciones se encuentran conectadas a través de las redes españolas de ciudades y destinos inteligentes como la RECI Red Española de Ciudades Inteligentes, la Red DTI de Destinos Turísticos Inteligentes y la Red Impulso; sin olvidar que existe una estrategia nacional de territorios inteligentes liderada por Red.es y que nuestro país es pionero en el desarrollo de normas y estándares en el ámbito de ciudades inteligentes, muchas de las cuales han sido adoptadas por organismos internacionales como la ITU
Es muy importante que España continúe a la cabeza de los países líderes en el desarrollo de ciudades y territorios inteligentes. Para ello es indispensable consolidar el esfuerzo de los últimos años para impulsar la colaboración público-privada en programas de inversión en conectividad, servicios digitales y competencias digitales de las empresas, los trabajadores y los ciudadanos en general.
Esta colaboración está impulsando el desarrollo de un tejido industrial tecnológico de alto valor añadido, así como generando oportunidades de empleo de calidad y de futuro, a lo largo de toda la geografía nacional. Es importante trabajar en exportar estas experiencias y soluciones al mundo entero, con proyectos en los cinco continentes, ya que España puede ser un referente en este campo, como lo es en ingeniería civil, agroalimentación o automoción.
Por otro lado, es importante destacar que esta transformación inteligente está dejando de ser patrimonio de las ciudades para avanzar hacia el concepto de Territorio Inteligente, que se extiende a través de modelos y servicios digitales a todas las regiones del país, e incluso a nivel europeo, con plataformas y soluciones de agricultura inteligente, turismo sostenible, biodiversidad y conservación de los espacios naturales o movilidad inteligente.
Este proceso de extensión al territorio constituye una palanca muy importante para avanzar en la cohesión territorial y social, el desarrollo económico y la igualdad, al generar oportunidades de empleo y de vida en zonas que están sometidas a un fuerte declive demográfico y económico.
Un modelo de ciudad para el futuro
Con el fin de contribuir a que España obtenga una ventaja competitiva en este escenario al tiempo que impulsa su recuperación, proponemos la creación de un Sistema Nacional de Inteligencia Urbana, un innovador programa de desarrollo urbano basado en la colaboración público-privada y en los datos compartidos para exportar un “modelo urbano España”, que facilite la creación en todo el mundo de ciudades y territorios más verdes, digitales, competitivos y resilientes de forma contrastada y segura.
Además, se trata de un modelo que está alineado con dos grandes palancas europeas, como son el Marco Europeo de Interoperabilidad para Ciudades y Comunidades Inteligentes, cuyo objetivo es proporcionar definiciones, principios, recomendaciones, casos de uso y un modelo común para la prestación de servicios públicos; y el Hub español Gaia-X, constituido con el fin de acelerar la capacidad del Viejo Continente de compartición de datos y soberanía digital.
Esta propuesta se apoya en un potente ecosistema digital basado en varias acciones transformadoras, como una plataforma inteligente de soluciones urbanas que integra información sobre experiencias, indicadores y mejores prácticas, y un portal institucional de oferta y demanda para dotar de visibilidad y transparencia al sector facilitando la contratación de servicios basados en soluciones innovadoras y contrastadas.
Además, este ecosistema estará abierto a todas las ciudades que lo deseen y servirá como base para diseñar y poner en marcha modelos urbanos capaces de responder a los retos particulares, utilizando la experiencia y tecnologías de modelización, como el gemelo digital, con el fin de ofrecer a las urbes un instrumento de simulación de las mejores prácticas.
Para lograr estos objetivos, este Sistema Nacional de Inteligencia Urbana se articula en torno a dos ejes de actuación. Por un lado, el desarrollo de planes operativos para el desarrollo inteligente y sostenible, cuyo fin es particularizar el diagnóstico, identificar las problemáticas sobre las que se debe trabajar y marcar la hoja de ruta en ámbitos como las infraestructuras físicas y digitales, soluciones urbanas, unidades de innovación, emprendimiento y transferencia de conocimiento, y actividades de formación y participación social.
Por otro la creación de un marco nacional de interoperabilidad para facilitar la gestión conjunta de las pandemias, la eficiencia energética, la contaminación, la conectividad, o el cumplimiento de los ODS, entre otras cuestiones. Otro de sus objetivos es la estandarización de un sistema de evaluación y seguimiento del proceso de transformación de las ciudades que facilite la toma de decisiones a partir de los datos almacenados en las plataformas de cada una de ellas.
Para avanzar en este modelo y lograr el éxito, la colaboración-público privada y el liderazgo de ciudades de referencia y empresas tractoras es clave. Por ello se ha definido un modelo de participación de todos los agentes públicos y privados que incluya a ciudades de referencia en procesos de transformación urbana, el desarrollo económico, el turismo, el medioambiente, la ingeniería o la creatividad, como líderes tractores de esta red de nodos del tejido urbano inteligente y sostenible.
El modelo de Sistema Nacional de Inteligencia Urbana supone un nuevo impulso a la oferta de Ciudades y Territorios Inteligentes de Minsait, cuyos beneficios han quedado patentes en los más de 120 proyectos que ha desarrollado la compañía en todo el mundo, y que se han traducido en impactos como ahorros que alcanzan el 30% en el consumo de agua para riego de parques y jardines y hasta un 40% en el consumo energético de alumbrado y edificios públicos.
También ha logrado disminuir por encima del 20% las emisiones de CO2 al reducir el tiempo empleado por los vehículos en la búsqueda de aparcamiento, mejorar hasta un 25% en los tiempos de resolución de solicitudes, quejas o sugerencias de los ciudadanos, e incrementar los ingresos por ocupación turística y uso de activos públicos. Las soluciones digitales de la compañía también permiten reducir por encima del 11% los costes en la gestión y recogida de residuos, además de aumentar las tasas de reciclaje.
Con esta propuesta se optimizan los servicios públicos, generando un impacto tangible en la economía, las personas y el medio ambiente con soluciones que contribuyen a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas (ODS) en ámbitos como la economía circular, lucha contra el cambio climático, agua limpia y saneamiento y, por supuesto, en la creación de comunidades y ciudades sostenibles.