La paralización temporal de la actividad empresarial como medida extraordinaria para luchar contra la emergencia sanitaria del SARS-COV-2 ha provocado una crisis económica de la que aún no se pueden determinar ni efectos ni duración. En este contexto, el sector energético y el de las TIC, por su carácter transversal, van a desempeñar un decisivo papel en el relanzamiento de la economía post pandemia.
Los cambios que se vislumbran, tanto macroeconómicos -como la transformación de las cadenas globales de valor y de las estrategias industriales nacionales- como microeconómicos, con una mayor presencia del teletrabajo en las organizaciones, suponen un reto desde el punto de vista energético e innovador. Todo ello pone de manifiesto que es el momento adecuado para abordar una verdadera transformación energética donde la innovación, sin duda, desempeña un papel esencial.
No obstante, este objetivo no será posible sin una industria energética capaz de convertirse en un referente que no sólo proporcione energía sostenible y a bajo coste, sino que contribuya a introducir modelos de gestión y usos energéticos eficientes basados en la innovación constante.
El primer Proyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética plantea, entre sus diferentes objetivos, el desafío de que, para el año 2050, España sea un país neutro en emisiones de CO2 y que el 100% de la producción eléctrica proceda de fuentes de origen renovable. En línea con el Pacto Verde Europeo, este Proyecto proporciona una base regulatoria para dinamizar la atracción de inversiones y hace hincapié en la necesidad de promover una adecuada financiación en materia de I+D+I que también se contemple en las sucesivas Estrategias Españolas de Ciencia y Tecnología y de Innovación.
Para ello, el CDTI, como principal organismo de apoyo a la I+D+i empresarial, debe ser considerado como referente público para aquellas empresas con proyectos innovadores que propicien la adaptación a este cambio estructural.
Durante los últimos cinco años, el CDTI ha comprometido cerca de 222 millones de euros para apoyar 424 proyectos de I+D+I en energía y aplicaciones TIC que han sido desarrollados por más de 300 empresas y en los que han participado más de un centenar de centros de investigación, lo que demuestra la capacidad de nuestro tejido empresarial.
Participación española
Cabe destacar que, dentro del programa Horizonte 2020, y, en concreto, en el ámbito de la eficiencia energética, redes y sistemas energéticos integrados, tanto las empresas españolas como los organismos de investigación han demostrado su excelencia en la calidad de los proyectos aprobados. Así, por citar un ejemplo, durante el período 2014-2020 las entidades españolas han participado en 406 proyectos, con una financiación asociada que asciende a 410 millones de euros, lo que representa el 13% de la UE-28.
Por su parte, Horizonte Europa, el próximo Programa Marco de Investigación e Innovación de la UE para el periodo 2021-2027, representa una nueva oportunidad para que España pueda contribuir, de forma efectiva, a la consecución de la doble transición verde y digital en Europa, en línea con el Acuerdo de París y la Agenda de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible.
No cabe duda de que este nuevo modelo basado en la transición energética y la innovación va a ir de la mano, por lo que sólo mediante una adecuada colaboración institucional y con el esfuerzo de nuestro tejido científico y empresarial seremos capaces de implementar un desarrollo económico estable, garante del bienestar de todos.