La Inteligencia Artificial y la analítica de datos, un valor al alza para el sector energético

El empleo de la tecnología ofrece grandes oportunidades para optimizar la eficiencia energética, aumentar la producción y tomar decisiones estratégicas que ayuden a modernizar la industria, alineándola con las nuevas tendencias de consumo y con las exigencias de consumidores y administraciones. La aplicación de la Inteligencia Artificial y la analítica de datos juegan un papel fundamental para propiciar mejoras efectivas en el campo energético, tanto desde el punto de vista de las plantas de producción, como del consumo de los clientes.

Las empresas están valorando de forma positiva el potencial de estas soluciones. Así lo revelan los datos de IDC, que pronostica que el mercado de IA alcanzará un valor de 554.300 millones de euros en 2024. Las mejoras que ofrecen en la industria energética son cuantiosas. El empleo de los nuevos modelos de IA y analítica de datos están impulsando en paralelo la sensorización de las plantas de generación energética y la optimización de las comunicaciones al facilitar el manejo, de forma precisa, de una ingente cantidad de información y datos, su evaluación y procesado. Ello se traduce en mejoras que pasan por la eficiencia energética, el mantenimiento y almacenamiento inteligente, y la detección anticipada de anomalías para evitar ataques cibernéticos, que estamos viviendo con frecuencia en los últimos meses.

En este contexto, la aplicación de la tecnología permite adelantarse a posibles errores en el sistema eléctrico, al aumento de la demanda o a los problemas de software con el fin de aumentar la velocidad de respuesta y prever su reparación. A modo de ejemplo, el mantenimiento inteligente ha conseguido excelentes resultados en el sector, llegando a ahorrar 50 millones de dólares en una multinacional de servicios en el mantenimiento de turbinas de gas y generadores de energía.

En materia de predicción de la demanda, la IA se ha convertido en una solución clave, ya que permite desarrollar modelos e identificar variables de anticipación para tomar decisiones que promuevan el ahorro energético. Del mismo modo sucede con el almacenamiento inteligente, donde posibilitan conocer en tiempo real cuándo cargar, almacenar y liberar energía y cómo hacerlo de forma eficiente. Las empresas pueden, en este caso, optimizar la distribución de energía almacenada acorde con los precios de mercado, la demanda energética y la disponibilidad de renovables, al tiempo que reducen costes.

A estas innovaciones se unen las ventajas que ofrecen estas tecnologías en materia de seguridad y detección de fraudes, unas actuaciones a las que también se ven expuestas las smart grids. La aplicación de la IA contribuye a reforzar la seguridad detectando anomalías y vulnerabilidades y comportamientos inusuales de consumo lo que ayuda a predecir desastres, mitigar riesgos, reducir pérdidas económicas y fortalecer los sistemas.

Pero no solo las redes y plantas generadoras se están viendo favorecidas por el empleo de la tecnología. Las empresas energéticas se han percatado de la importancia de la sostenibilidad para el sector, en especial en un momento donde la escasez de recursos naturales y la coyuntura económica, política y social, han traído consigo el aumento de costes del gas y la electricidad. Aunque parezca una paradoja, las empresas energéticas están avanzando para ayudar a los clientes en su consumo responsable. Y aquí es donde la inteligencia artificial contribuye de forma significativa ya que consigue una personalización del uso de la energía a partir de un análisis inteligente. Gracias a su empleo, las compañías pueden dar pautas y analizar el consumo energético de las familias con el fin de ofrecer nuevas tarifas y aportar consejos de cómo usar la energía de forma eficiente en cada una de las viviendas de sus clientes.

En definitiva, el sector energético está inmerso en un proceso de transformación extenso y complejo con pilares como la energía limpia, autoconsumo y prosumidores, y nuevas fuentes de energía, entre otros aspectos.  La aplicación de tecnologías como la Inteligencia Artificial y el análisis de datos abren un mundo de oportunidades para este sector, lo impulsan a afrontar los desafíos venideros con mayor determinación y solvencia, y a avanzar en materia de sostenibilidad, tan relevante en los tiempos actuales.