Naturgy ha puesto en marcha su tercera planta de biometano en España y eleva ya su capacidad de producción de gas renovable hasta los 29 GWh anuales, una cantidad equivalente al consumo de gas de unos 6.000 hogares.
La nueva planta de biometano operada por Naturgy está ubicada en la explotación ganadera de Porgaporcs, en el municipio de Vila-Sana (Lleida). La instalación producirá anualmente cerca de 12 GWh/año de gas renovable que será inyectado en la red de Nedgia, la distribuidora de gas natural del Grupo Naturgy, para su consumo directo por parte de viviendas y empresas.
Su entrada en operación supone un paso más en la transformación de Naturgy y un hito muy relevante para la transición energética de España. Sólo la planta de Vila-Sana evitará la emisión a la atmósfera de 2.450 toneladas equivalentes de CO2 al año.
“El gas renovable tiene un papel fundamental en la descarbonización del sector energético y, especialmente, de consumos domésticos como la calefacción. En Naturgy estamos comprometidos con su impulso con una cartera que suma ya tres plantas en operación y decenas de proyectos en desarrollo o construcción”, explica José Luis Gil, director general de Gases Renovables de Naturgy.
El biometano es estratégico para cumplir con los objetivos de descarbonización comprometidos a nivel país. Este gas renovable, obtenido a partir del tratamiento de residuos de distinta naturaleza, reúne las condiciones técnicas para circular por la red de distribución de gas y consumirse a nivel residencial, ya que su uso es compatible con las calderas domésticas.
“Esta compatibilidad convierte al biometano en un gran agente descarbonizador, ya que permite a los hogares reducir sus emisiones sin realizar ningún tipo de inversión. Sin gases renovables no podremos completar la transición energética”, destaca Raúl Suárez, consejero delegado de Nedgia.
Otra de las grandes ventajas de este gas renovable es el impulso de los entornos rurales y la economía circular. Al ser obtenido a partir del tratamiento de residuos, el biometano contribuye a la descarbonización del sector primario y le ayuda a alcanzar los objetivos de reducción y reciclaje. Además, de su producción se deriva un digerido que puede destinarse a la producción de fertilizantes orgánicos completando el ciclo de la economía circular.
España es el tercer país europeo con mayor potencial de producción de biometano, aunque sus cifras actuales de producción están muy por debajo de países comparables como Francia o Dinamarca. Según un estudio realizado por SEDIGAS, España dispone de una capacidad total de producción de biometano de 163 TWh, lo que permitiría cubrir alrededor del 45% de la demanda nacional actual de gas natural.
Naturgy, líder en gas renovable
Naturgy quiere ser la empresa líder en el impulso de los gases renovables en España tanto en la producción y distribución de biometano en España en el corto plazo, como en el desarrollo del hidrógeno como vector energético que tendrá un impacto significativo en el mix energético a medio plazo. La compañía está bien posicionada para aprovechar la oportunidad que ofrecen los gases renovables para avanzar hacia la descarbonización y está dispuesta a desplegar importantes inversiones y recursos en este negocio.
En relación con el biometano, Naturgy gestiona una amplia cartera de proyectos en todo el territorio en distintas fases de desarrollo y cuenta ya con tres plantas de producción propias en operación en la EDAR de Bens (A Coruña), Cerdanyola del Vallès (Barcelona) y Vila-Sana (Lleida). A estas se sumarán en los próximos meses otras dos instalaciones que están en desarrollo avanzado o construcción en Utiel (Valencia) y Utrera (Sevilla).
Por su parte, Nedgia, la distribuidora de gas del Grupo Naturgy, es la compañía líder del sector en España, donde opera en 11 comunidades autónomas y 1.150 municipios. Cuenta con más de 5,5 millones de puntos de suministro que suponen el 70% de los consumidores del país a los que hacer llegar hoy, de forma segura y eficiente, el suministro energético de gas natural y de gases renovables, biometano e hidrógeno, a través de sus más de 57.000 kilómetros de redes.