La inteligencia artificial se ha convertido en una herramienta estratégica para que el sector energético y de las utilities encare con garantías los grandes retos que marcarán su futuro inmediato. Así quedó reflejado en la tertulia que recientemente organizó Capital Radio junto a la Plataforma enerTIC, un encuentro que sirvió para analizar cómo esta tecnología ya es parte esencial del cambio que exige la transición energética. En la mesa participaron Guillermo Truan (Avvale), Ignacio Moratalla (Ayesa), Alberto López Chamorro (Oesía) y Claudio Fernández (Babel) y Presidente del Comité de Innovación para la eficiencia en infraestructuras IT del sector energético, que coincidieron en que la IA es clave para reducir el consumo, integrar mejor las renovables y garantizar la estabilidad de las redes.
Los expertos subrayaron que la tecnología es la palanca que está ayudando a las compañías energéticas a transformarse desde dentro. La IA, lejos de ser una promesa a futuro, ya está presente en los procesos cotidianos de las utilities: desde el mantenimiento predictivo y la predicción de la demanda hasta la optimización de la generación renovable o la detección de anomalías en la red. Esta evolución es especialmente importante para un sector que, por su propia naturaleza, debe operar infraestructuras críticas donde la fiabilidad es esencial y cualquier paso hacia la modernización ha de ser gradual para no interrumpir el suministro.
En este escenario, la Agencia Internacional de Energía ha estimado que la aplicación de la inteligencia artificial puede reducir hasta un 10% el consumo energético global en 2040. Esta cifra es ambiciosa, pero los expertos insistieron en que es realista siempre que el sector acometa los cambios necesarios. Eso implica también una revisión profunda de las arquitecturas legacy, que hoy representan un freno a la transformación. La integración entre entornos IT y OT es imprescindible para que la recopilación y explotación de datos sea realmente útil en tiempo real, y para que el concepto de gemelo digital pueda extenderse desde los proyectos piloto hasta convertirse en parte de la operativa habitual.
La tertulia también destacó que este cambio tecnológico ha de ir acompañado de una evolución cultural dentro de las empresas energéticas. La hiperautomatización y los nuevos modelos analíticos solo funcionarán si el talento humano está preparado para comprenderlos, validarlos y explotarlos. Por eso es esencial la formación continua y la creación de equipos transversales que sean capaces de romper las barreras entre departamentos técnicos y áreas de negocio. Esta visión integral es la que permite que la tecnología no sea un fin en sí misma, sino un medio para lograr objetivos claros como la mejora del servicio, la reducción del impacto ambiental y la generación de valor para los clientes.
Los participantes también pusieron el acento en la flexibilidad energética como factor clave para que la descarbonización sea posible. La posibilidad de que los consumidores sean, a la vez, productores y gestores de su propia energía mediante autoconsumo o almacenamiento distribuido requiere que las redes sean más inteligentes y que la sociedad sea partícipe de este cambio. Para que este nuevo modelo funcione, es necesario que las personas comprendan su papel activo y que las utilities sean capaces de ofrecer herramientas sencillas, seguras y usables que acerquen la digitalización a todos los perfiles de usuarios.
En este contexto, la colaboración entre empresas privadas y Administración Pública emerge como uno de los grandes facilitadores. Sin un marco regulatorio que impulse inversiones en redes inteligentes, almacenamiento energético, hidrógeno verde o infraestructura para la movilidad eléctrica, la adopción masiva de la IA y otras tecnologías habilitadoras se ralentizaría. Por eso es clave que la Administración proporcione estabilidad normativa y recursos para que los proyectos puedan desplegarse sin incertidumbres, como ya sucede en programas europeos que buscan reducir la dependencia tecnológica exterior y potenciar la innovación local.
En definitiva, la tertulia subrayó que la inteligencia artificial es una herramienta indispensable para que el sector energético y de utilities logre sus objetivos de sostenibilidad y eficiencia. Sin embargo, su impacto solo será pleno si empresas y Administración trabajan alineadas, si se priorizan las inversiones estratégicas y si el cambio cultural llega a todas las capas de la organización. Una visión que servirá de base para eventos como el próximo Smart Energy Congress & Expo 2025, que se celebrará en Madrid los días 8 y 9 de octubre bajo el lema “Inteligencia Artificial: Reimaginando la Sostenibilidad”, donde compañías y expertos tendrán una oportunidad única para seguir compartiendo experiencias, forjando alianzas y definiendo juntos las próximas etapas de la transformación del sector energético y de las utilities.
