¿Considera que la Transformación Digital ofrece nuevas oportunidades para la Sostenibilidad y consecución de los ODS?
La Transformación Digital (TD) y la Inteligencia Artificial (IA) tienen un doble rol para la consecución de los ODS: por un lado, son una herramienta fundamental para alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible. Por otro, son esenciales para tener una economía basada en el conocimiento.
¿Cuál es el papel de su organización en este ámbito?
Nuestro ámbito de actividad es el datacenter, que es el corazón para la TD de las organizaciones, pero que a su vez necesita su propio proceso de TD. Son muy intensivos en consumo de energía, y es necesario optimizar ese consumo. Para eso es necesario tener un enfoque holístico, es decir, considerar que las infraestructuras de soporte y los sistemas IT forman parte de un todo que no debe separarse. Una vez hecho esto, hay que aplicar IA para tener un control integral, desde los cuadros eléctricos y las enfriadoras a los servidores y las aplicaciones.
¿Qué beneficios se pueden obtener al aplicar Inteligencia Artificial en la gestión del datacenter?
El primer beneficio es el medioambiental: si consumimos menos energía, tenemos menos impacto. El segundo es económico: la energía es cara, y si consumimos menos ahorramos dinero. Son dos puntos que tienen mucho peso, pero sobre los que no ha existido concienciación hasta ahora: las IT son muy importantes para todas las organizaciones, y muchas de ellas ni siquiera imputan el coste energético del datacenter al departamento IT. El tercer beneficio es primordial desde el punto de vista IT: utilizar IA para el control del datacenter es decisivo para mejorar disponibilidad y resiliencia y disminuir riesgos en los servicios que se prestan. El retorno que se obtiene en este sentido es prácticamente inmediato.
¿Qué riesgos tendremos si no acometemos la Transformación Digital del datacenter?
Nos enfrentaremos a problemas de diversa índole, y los podemos resumir en tres palabras clave: reputación, regulación y competitividad. La imagen y la RSC son fundamentales, por lo que un datacenter “sucio” es un riesgo reputacional. Esto entronca con el segundo riesgo, que es el regulatorio: mas pronto que tarde aparecerá un marco normativo sobre eficiencia de datacenters, y será mejor tener los deberes hechos. Por último, la competitividad: si no aplicamos IA a la gestión del datacenter no tendremos disminución de costes y mejoras del servicio asociadas, y seremos menos competitivos.