En esta entrevista, Antonio Ruíz-Falcó, presidente del Comité de Tecnologías Disruptivas en el Centro de Datos en enerTIC, y CEO de PUE Control, nos ofrece una visión detallada sobre el papel de los centros de datos en la economía actual, su importancia como infraestructura crítica y los desafíos en términos de eficiencia energética y sostenibilidad. También analiza la tendencia hacia la descentralización de los centros de datos y el papel crucial de la inteligencia artificial en la optimización de estas infraestructuras. La conversación abarca temas clave como el crecimiento del sector, la regulación europea y la necesidad de atraer talento para asegurar un futuro competitivo y eficiente.
¿Cuál es el rol del centro de datos en el contexto actual?
El centro de datos es el corazón de todo. Vivimos en una sociedad en la que la demanda de los servicios digitales es creciente tanto para las necesidades profesionales como personales. Cada vez demandamos más servicios digitales, y esos servicios se prestan desde grandes centros de datos, lo que sitúa al centro de datos en el centro.
Es decir, que si faltaran habría que reestructurar por completo el modelo, porque el actual sería insostenible…
Sí. De hecho deberíamos plantearnos, y así lo hacen los proveedores, los riesgos asociados a esa concentración de servicios y sistemas. Es decir, si un centro de datos tiene un problema, un incendio, una eventualidad, cuáles son las consecuencias de eso, por eso hay que prever la necesidad de las redundancias y demás, pero hay que darse cuenta de que son infraestructuras críticas, como lo son las instalaciones de electricidad, las instalaciones de agua, etcétera, con el extra de que, además, otras infraestructuras críticas también dependen en cierta medida de los centros de datos, porque desde ellos se controla prácticamente todo.
¿Dirías que pese a tener ese rol, todavía no tienen esa consideración de servicio crítico?
Para los operadores de centros de datos ya sean de servicios como corporativos, quienes lo operan tienen clarísimo que se trata de una infraestructura crítica y como tal lo tratan. De hecho, a veces uno de los problemas para la evolución de los centros de datos es precisamente eso, que son de infraestructuras críticas y que la gente no quiere experimentar con ellas. Es por eso que hacer cambios dentro del centro de datos suele ser algo lento y paulatino para que sea seguro que, al final, es el factor que prima.
La Comunidad de Madrid ha anunciado, recientemente, sus planes para dar soporte a la creación de nuevos centros de datos, ¿seguirá creciendo la demanda de este tipo de infraestructuras a corto y medio plazo?
Cuando estás creciendo de una forma tan grande es muy difícil hacer previsiones de hacia dónde crecerán los servicios. Y además, ahora tenemos dos tipos de servicios. Por una parte los que podemos calificar como comunes, que venimos disfrutando desde hace tiempo, como correo electrónico, mensajería streaming de vídeo y demás y, por otra parte, todo lo que tiene que ver con inteligencia artificial y con las IAs generativas, que son muy intensivas en uso de procesador, con lo cual se hace necesaria una capacidad de proceso mucho mayor.
Entonces, evidentemente van a seguir creciendo a mucho ritmo. ¿Cuánto?, pues es difícil hacer previsiones, pero lo que es obvio es que hay espacio para todo ese crecimiento.
Recientemente, hemos escuchado que los centros de datos en España ya suman un consumo energético mayor que el de la ciudad de Valencia. ¿Crees que están preparadas las infraestructuras energéticas para dar soporte a esta demanda?
En este asunto hay dos partes. Por un lado está la capacidad de generación, que esa si la tenemos y, además, cada día se están instalando más plantas de generación, sobre todo de energía renovables, lo cual es una excelente noticia. Y por otro lado, de la ubicación concreta. Es decir, si tú mañana quieres instalar un centro de datos con mucha capacidad de cómputo en una ubicación concreta.
Debemos entender que esto no es como un particular, que va a la compañía eléctrica a hacer el contrato y se dan de alta. No, para una gran demanda hay que prever si en la zona hay suministro eléctrico suficiente. Actualmente estoy involucrado en algunos proyectos que tienen ese denominador común. “-Oye, tengo el proyecto de un gran centro de datos en esta ubicación, tengo disponibilidad de terreno pero ¿hay energía e infraestructura suficiente en la zona?-”. Porque, claro, es imprescindible que las redes de distribución eléctrica tengan capacidad para llevar a ese sitio concreto el suministro necesario. Ese es el factor que a veces limita o retrasa algunos proyectos en este punto.
¿Tú crees que puede ser de ayuda el no centrarse en el modelo de gran centro de datos, de enorme infraestructura, y tender más hacia centros de datos más pequeños, en el edge, para optimizar tanto consumos como respuesta?
Lo que ocurre es que hay demanda para todo. Por supuesto, los centros de datos en el edge son una realidad y son una necesidad, sobre todo muy asociada a determinadas cuestiones de inteligencia artificial y otros usos concretos. El problema es que, ¿qué denominamos un centro de datos en el edge? Porque hoy en día hay centros de datos en el edge que hace unos pocos años hubieran sido considerados un gran centro de datos, es decir, hoy en día en el edge podemos tener capacidades de proceso muy significativas.
Pero sí, indiscutiblemente, el tener infraestructuras distribuidas es bueno porque reparte carga y es bueno porque proporciona resiliencia, que es uno de los factores clave.
Es fundamental, en esta conversación, tener en cuenta el marco regulatorio, las directrices europeas alineadas con los criterios ESG y las obligaciones para poder acceder a financiación y subvenciones enmarcadas en iniciativas como los fondos NextGen, ¿están los centros de datos adaptados, en la actualidad, a un marco tan complejo? Y para los casos que no, ¿qué consecuencias pueden tener que afrontar por no hacerlo, y cómo deberían actuar para adaptarse?
Los centros de datos han irrumpido en el ecosistema económico de una forma espectacular. Es decir, por supuesto existen CPDs corporativos desde hace muchos años, pero no el gran centro de datos como servicio a terceros, que consume mucha electricidad porque concentra muchos clientes y demás, en las dimensiones actuales es algo relativamente nuevo, con lo cual se ha convertido en un actor en sí mismo.
El dato sobre la potencia energética que consumen solamente en España es más que significativo, porque prácticamente de la noche a la mañana se ha convertido en un sector muy intensivo en consumo de energía, por lo que resulta imprescindible planificar y prever en todos los sentidos. Desde la generación y redes de distribución hasta cómo regular, qué tipo de energía se consume, cómo se consume, con qué criterios de eficiencia, cuáles son los impactos ambientales, cómo se mide y se reporta toda esa información, etcétera. De hecho, hace un año se aprobó la directiva europea 2023/1791, que contempla por primera vez que los centros de datos tienen que recabar y reportar determinada información en este sentido.
Eso es un primer paso, y yo he hecho muchas veces la analogía con los motores de los coches. Hace décadas nos dimos cuenta que había un problema con los motores térmicos de los coches y entonces se aprobó la norma Euro 1. Posteriormente llegó la norma Euro 2 y así ha ido evolucionando, subiendo cada vez un poquito más los requisitos para endurecer los criterios medioambientales y de eficiencia que deben de cumplir los motores térmicos.
Con los centros de datos pasará lo mismo. La regulación será cada vez más estricta. Habrá que cumplir criterios más estrictos, tendrá que medirse y probarse la eficiencia, pero lógicamente toda regulación, si se quiere que funcione y que sea efectiva y que no dañe la economía, tiene que introducirse paulatinamente.
Yo creo que se ha dado un primer paso que era fundamental que se diera, y se seguirá por ese camino. De hecho, en las encuestas que se hacen desde hace años entre los operadores de centros de datos, más del 60% esperaban que en los próximos años aparecieran regulaciones y, bueno, aquí las tenemos.
Entonces, el sector es bastante receptivo a estas regulaciones y a mejorar en eficiencia…
Perdona que haga un inciso. Es que además hay que tener en cuenta que, sobre todo para quienes prestan servicios, el principal coste es la electricidad. Es decir, que si tú vas a poner en marcha un centro de datos, tienes mucha inversión porque hay que invertir en edificios, en los equipos, la infraestructura y demás. Pero desde el punto de vista de OpEx (costes operativos), un gran centro de datos no requiere de muchos trabajadores, por lo que la la inmensa mayoría de los costes son los de consumo energético.
Lo que nos lleva a que las mejoras en eficiencia también se pueden traducir en mejoras en competitividad.
Mejoras en competitividad, disminución de costes.. el primer interesado en ser eficiente es el operador de datos.
Como presidente del comité «Tecnologías disruptivas en los Centros de Datos para la mejora de la Eficiencia Energética y Sostenibilidad» de la Fundación enerTIC, ¿qué retos enfrenta el sector, presentes y futuros, en lo referido a la eficiencia energética y a la adopción del paradigma Green IT? ¿Y quiénes deben ser partícipes necesarios en las soluciones para dichos desafíos?
El reto es enorme. El reto es dar satisfacción a la demanda a todos los niveles. Es decir, en la cúpula de la pirámide están los usuarios de los centros de datos, los ciudadanos, las empresas que necesitan de sus servicios, etcétera. Pero luego, a partir de ahí si vamos descendiendo y está el propietario del centro de datos, el que diseña el centro de datos, el que opera el centro de datos, etc. Así, es necesario que a lo largo de toda esa cadena se introduzcan las mejoras y seamos conscientes de hacia dónde tenemos que ir.
En el caso de España, además, debemos tener en cuenta que es un sector muy dinámico en la actualidad, que está atrayendo grandes inversiones y que, lógicamente, genera muchas oportunidades. España tiene la oportunidad de convertirse en un referente en centros de datos en Europa a todos los niveles, porque si hay grandes operadores que quieren instalar centros de datos en España, necesitaremos regulación, pero también necesitaremos buenas empresas de ingeniería que los diseñen, buenas empresas que sean capaces de construir de construirlos, mucho talento para operarlos, etcétera.
En estas circunstancias no debemos dejar escapar esa oportunidad, y son todas las capas de esa pirámide las que se tienen que contribuir con su granito de arena.
Me gusta que hayas introducido lo de las capas, porque se relaciona directamente con la siguiente pregunta. Como CEO de PUE Control, empresa especializada en la búsqueda constante de la eficiencia energética en los centros de datos, ¿qué soluciones proponéis, en lo referido a la twin transition, en el ámbito de los centros de datos?
PUE Control es una empresa de eso que está tan de moda ahora, de inteligencia artificial. Nosotros provenimos del mundo de la supercomputación, llevamos décadas dedicados a la supercomputación y la inteligencia artificial.
Como te decía, uno de los grandes problemas de los centros de datos es que son infraestructuras críticas, por lo que su responsables temen llevar a cabo cambios por lo que pueda pasar. Nosotros lo que hacemos, lo que proponemos, es la transformación digital del propio centro de datos, es decir, tomar decisiones basadas en la información que producen las propias infraestructuras del centro de datos. Nosotros analizamos millones de datos de consumos energéticos, temperaturas, humedades, cargas de procesador, estado de los sistemas de refrigeración, etcétera, para tomar el control dinámico de la refrigeración y para analizar los riesgos ocultos que hay y dónde los hay.
Tenemos que tener en cuenta que un centro de datos es un organismo vivo. Solemos pensar en ellos como algo monolítico y homogéneo, que todo es igual. Pero no, dentro de una sala hay muchas diferencias y, si no mides y si no analizas todo eso, no lo sabes y existen riesgos ocultos que no conoces. Nosotros nos dedicamos a hacer todo eso, que es aplicar inteligencia artificial al propio centro de datos.
Entiendo que tanto las métricas como los kpi son imprescindibles.
Hay un viejo aforismo que dice que no puedes mejorar lo que no mides, y no puedes medir lo que no monitorizas. Entonces, hay que empezar por tener datos y, una vez que los tienes, hay que analizarlos. Es muy común que, cuando visitas un centro de datos, veas una pantalla con un panel de monitorización en el que se reciben datos de muchas infraestructuras: de los cuadros eléctricos, del sistema de refrigeración, de los sensores de ambiente, etcétera. Esa información se utiliza para disparar alarmas y permitir que el operador correspondiente solucione el problema, pero normalmente no se analiza más allá de eso. Ese es precisamente nuestro enfoque.
Nosotros aplicamos el machine learning y la inteligencia artificial a toda esa información para intentar predecir situaciones. Por ejemplo, cuando uno de esos parámetros se pone en rojo, normalmente un operador va a ver qué ocurre y lo soluciona. Pero imagina que el sistema es capaz de decirte: «Mañana a las 11, esta métrica estará en rojo». Claro, de esa manera puedes actuar con antelación y evitar el problema.
Quienes hemos sido responsables de la operación de un centro de datos sabemos el estrés que se pasa cuando hay algún problema o cuando se desencadenan varios eventos. Así que, si puedes predecir estos tipos de problemas, puedes eliminar riesgos y, por supuesto, operar de forma mucho más eficiente. Puedes reducir el consumo energético y otros costos asociados.
Nuestra experiencia en centros de datos corporativos —no en centros de servicios, que suelen estar más optimizados— nos ha mostrado que es posible disminuir el consumo energético en un 30% de manera bastante sencilla. Y un 30% de ahorro en OPEX, que es el principal costo de los centros de datos, representa un nivel significativo de ahorro.
Entonces, algo que resulta evidente es que estamos viviendo un momento especialmente efervescente en el ámbito de los centros de datos. ¿Dirías que es quizás el más relevante desde que existen este tipo de infraestructuras?Yo creo que, desde el punto de vista económico, sí. No hay día en el que no aparezca en los periódicos un anuncio de algún actor importante del ámbito económico que no esté realizando algún movimiento estratégico.
En este sentido, si revisamos los periódicos de los últimos meses o años, vemos que grandes fondos de inversión, constructoras, empresas energéticas, etcétera, están impulsando iniciativas en este ámbito. Y, por supuesto, estamos atrayendo también inversión internacional. Es decir, vivimos un momento muy complejo en Europa.
Europa está en un momento complejo, pero dentro de esta complejidad, creo que el sector de los centros de datos es el sector estrella y emergente de la economía en estos momentos.
Esta misma semana, los días 2 y 3, comienza el Smart Energy Congress 2024, donde, como todos los años, se abordarán las necesidades de eficiencia energética y competitividad con soluciones de base tecnológica para solventarlas. ¿Qué podrán encontrar los responsables de centros de datos que acudan al Congreso? ¿Qué sectores y qué profesionales consideras que no deberían perderse este encuentro?
Creo que cualquier persona que tenga algo que ver con el mundo de la energía, la eficiencia y la sostenibilidad no debería perderse este Congreso, y no hablo solamente de los centros de datos. Hablo de cualquier sector económico. El Smart Energy Congress es el congreso de referencia en eficiencia energética y sostenibilidad en España, con un gran éxito de asistencia en las ediciones anteriores, y ya es un evento muy consolidado.
Dentro de este marco, hay muchos grupos de interés. Uno de ellos es el de los centros de datos, que tiene su espacio particular, bajo la perspectiva que mencioné antes: es el sector estrella de la economía en estos momentos. Encontraremos información clave sobre todas las capas de la pirámide, desde el diseño de los centros de datos hasta los servicios que se prestan desde ellos. Hay mucho conocimiento relevante que se compartirá sobre este ámbito.
Además, me gustaría añadir que, aunque este no sea un sector intensivo en mano de obra una vez que los centros de datos están en operación, sí es un sector que requiere talento. Ahora mismo, uno de los grandes retos a los que nos enfrentamos es la demanda de talento. Necesitamos profesionales formados y debemos formar a más profesionales en España. Hay áreas en las que somos muy buenos. España tiene una cultura de servicios fuerte, lo que nos convierte en líderes mundiales en turismo, construcción y otros sectores de servicios. Por eso, también podemos ser líderes en centros de datos.
Para lograrlo, necesitamos atraer talento, crear talento y formar a nuevos profesionales. En esto, creo que las universidades y las escuelas de formación profesional tienen un papel muy importante. Es un aspecto muy relevante que debemos considerar.