El principal foco de interés de los Smart Buildings es la eficiencia energética ¿Qué aporta la tecnología en este sentido?
Hay cierta tendencia a simplificar el concepto de eficiencia energética como ahorro energético, sin entrar en el detalle de los factores que determinan la eficiencia. En el caso de la iluminación, la utilización de tecnología LED aporta un gran valor pero no transforma el edificio en eficiente energéticamente. Por otra parte Smart Building siempre debe ir asociado al uso eficiente de las instalaciones y su mantenimiento, sin olvidar que un edificio estará ocupado permanentemente por personas que lo disfrutarán o lo sufrirán.
El estado actual de la tecnología permite integrar múltiples soluciones de control que obtienen datos y pueden adaptarse de forma automática a lo largo del tiempo y en función de la utilización del edificio. Un análisis adecuado de los datos permite la mejora continua para entrar en un proceso de eficiencia permanentemente actualizado.
¿Cuál ha sido su papel en este ámbito? ¿En su organización hay más implicados en estos temas (CIO, COO, CEO,…)?
En Tridonic tenemos una fuerte orientación hacia el futuro desde todos los departamentos y tanto nuestro CEO, CTO, COO e incluso nuestro CFO han puesto en marcha iniciativas orientadas a impulsar nuestras actividades hacia una mayor sostenibilidad. Nos centramos, sobre todo, en la economía circular y la reducción de CO2 así como en el uso responsable de los recursos materiales y la minimización sistemática de residuos, emisiones y consumo energético. Estos elementos se convertirán en una parte integral del desarrollo de productos en su fase inicial y, en consecuencia, se implementarán a lo largo de la cadena de suministro y operaciones.
¿Estamos hoy en un momento clave para la transición energética?
Lamentablemente la pandemia nos ha mostrado lo vulnerables que somos y cómo nuestro comportamiento influye directamente sobre nuestro entorno.
La experiencia nos ha demostrado que la ‘obligación’ o la ‘urgencia’ no son las mejores vías de adaptación. Solo desde la educación y una información transparente, tanto la generación actual como las futuras fomentarán y normalizarán el uso eficiente de la energía.
Es imprescindible una transición continua, ordenada y armonizada para evitar excesos de demanda o carencia de oferta y un mayor e irreversible deterioro del medioambiente. Debe darse un mayor impulso a las energías renovables y adaptar la infraestructura necesaria, al tiempo que se facilita el acceso a los grandes consumidores y usuarios en general, bien sea con incentivos o reduciendo los costes de implantación. En todo caso, son las compañías energéticas las que generan y distribuyen la energía y, por tanto, deben ser responsables del desarrollo y adaptación de la infraestructura.