En Renfe, esta visión no es una tendencia, sino parte de nuestro ADN corporativo. Desde hace décadas, hemos apostado por la innovación tecnológica y la digitalización para reforzar el papel del tren como solución clave frente al cambio climático. Hoy, la Ley de Movilidad Sostenible nos ofrece un marco normativo que impulsa la intermodalidad, la digitalización y la eficiencia energética, permitiendo que iniciativas como la Plataforma Integral de Movilidad y la optimización de procesos operativos se conviertan en palancas para alcanzar los objetivos de descarbonización y competitividad.
Renfe no solo se adapta a este nuevo escenario: lo lidera, integrando tecnología, datos y sostenibilidad para ofrecer una movilidad más inteligente, inclusiva y respetuosa con el medio ambiente.
¿La adopción de tecnologías ha mejorado la posición y el impacto de su organización en sostenibilidad?
Sí, la digitalización ha sido clave para reforzar nuestro liderazgo en movilidad sostenible y hemos abordado iniciativas con foco en la medición de la huella de carbono de cada uno de nuestros servicios. La implantación de sistemas de gestión energética, plataformas de planificación multimodal y soluciones de analítica nos permite optimizar el consumo, reducir emisiones y ofrecer servicios más eficientes. Además, la automatización de diferentes procesos de la organización y su robotización ha disminuido el uso de recursos y mejorado la fiabilidad, contribuyendo directamente a los objetivos de descarbonización.
En 2030, ¿cómo le gustaría ver a España en términos de competitividad y sostenibilidad energética? ¿Qué rol deberían tener las empresas y las instituciones en alcanzar este objetivo?
En 2030, España debe ser referente europeo en movilidad sostenible y eficiencia energética, con una red ferroviaria electrificada, intermodal y digitalizada que compita globalmente. Las empresas deben liderar la innovación tecnológica y la inversión en soluciones limpias, mientras que las instituciones deben garantizar marcos regulatorios estables, incentivos para la transición energética y colaboración público-privada para acelerar proyectos estratégicos.
¿De qué manera la tecnología y la automatización de base tecnológica están impulsando la eficiencia energética en el sector industrial y de movilidad?
La automatización permite monitorizar en tiempo real el consumo energético y ajustar procesos para minimizar pérdidas. En movilidad, la sensorización de trenes y la inteligencia artificial para planificación de rutas reducen tiempos de espera y optimizan la demanda, disminuyendo el consumo global. En la industria, la digitalización de la cadena de suministro y el mantenimiento predictivo reducen paradas y mejoran la eficiencia operativa.
¿Qué tendencias considera clave para avanzar en la sostenibilidad y reducción de emisiones en movilidad? ¿Cómo afectan estas tecnologías a la competitividad?
Las tendencias clave son:
- Electrificación total del transporte ferroviario y urbano.
- Movilidad como Servicio (MaaS) para integrar modos sostenibles.
- Inteligencia artificial y big data para optimizar operaciones.
Estas tecnologías no solo reducen emisiones, sino que aumentan la competitividad al ofrecer servicios más eficientes, fiables y adaptados a la demanda, posicionando a España como líder en innovación.
¿Cómo afronta el sector industrial la descarbonización? ¿Cuáles son las barreras principales para implantar procesos más sostenibles?
El sector afronta la descarbonización mediante electrificación, uso de energías renovables y digitalización de procesos. Sin embargo, las principales barreras son:
- Falta de interoperabilidad entre sistemas y estándares.
- Necesidad de talento especializado en tecnologías verdes y digitales.
- Ritmo regulatorio desigual, que puede retrasar inversiones.
Superar estas barreras requiere colaboración público-privada, inversiones y una estrategia a medio/largo plazo.








