El primero paso es distinguir entre realidad aumentada y mixta:
- Se considera realidad aumentada al conjunto de tecnologías que permiten añadir información digital a nuestro campo de visión mediante distintos dispositivos.
- Definimos realidad virtual como la inmersión visual dentro de un entorno completamente digital, sin ninguna información del exterior.
En ambos casos utilizamos distintos dispositivos para facilitar esta visualización, desde un móvil o tablet, pasando por gafas de realidad aumentada y finalizando con un casco de realidad virtual.
En el entorno de fabricación la realidad mixta viene a cubrir varias necesidades, la primera y más clara de todas es aportar información de manera fácil e intuitiva sin restringir la capacidad de acción del operario, lo que facilita su trabajo en gran manera.
También podemos trabajar en entornos de riesgo de manera simulada, la seguridad que aporta este tipo de operativa es muy alta y también se reducen los costes y riesgos.
Incluso sirve como guía para realizar procedimientos de los que no se tiene conocimiento, o que son muy complejos, como puede ser una reparación de una máquina o el proceso de revisión de un producto terminado.
Vamos a describir varios casos de uso dentro del entorno de fabricación:
- Asistencia remota. Posiblemente sea el caso de uso más extendido actualmente. A través de un teléfono móvil, tablet o con gafas de realidad aumentada podemos recibir la asistencia remota de un técnico cualificado para la realización de una tarea, normalmente una reparación. Se pretende evitar desplazamientos y reducir los costes de intervención
- Asistencia al mantenimiento. A través de unas gafas de realidad aumentada podemos acceder a toda la información relacionada con el mantenimiento, documentación, videos, guías paso a paso, modelos 3D. Gemelo digital
- Gemelo digital. Representar la planta en un entorno digital y poder visualizarlo de manera interactiva nos facilita el acceso a la información y permite descubrir cualquier incidencia de forma rápida y precisa.
- Formación virtual. En aquellos entornos de alto riesgo es clave el poder aprender ciertos procedimientos sin riesgo para el usuario.