Estas iniciativas han permitido a Redeia anticiparse a los desafíos de la transición energética, alineando sus estrategias con los compromisos internacionales y
nacionales de reducción de emisiones y promoción de energías renovables.
La visión de Redeia para España en 2030 es la de un país líder en competitividad y sostenibilidad energética, con un modelo energético autónomo, sostenible y asequible que sea motor de empleo, innovación, cohesión territorial y protección del capital natural. Un sistema resiliente, eficiente e interconectado con Europa, pero también más dotado de herramientas que hagan posible esa integración, como el almacenamiento y la digitalización de activos mediante gemelos digitales y sensorización remota.
Nuestra hoja de ruta prioriza la colaboración entre empresas, instituciones y sociedad civil, garantizando que el desarrollo tecnológico y la innovación sean claves para alcanzar los objetivos de sostenibilidad, cohesión social y protección ambiental planteados para 2050, amplificando el impacto positivo en el territorio, la sociedad y el futuro energético de España.
¿Cree que España tiene el liderazgo necesario para cumplir los objetivos de sostenibilidad de la Agenda 2030-2050? ¿Qué papel ve para instituciones públicas y privadas en este desafío?
España ha demostrado un firme liderazgo a través de acciones tangibles para cumplir con los objetivos de Sostenibilidad de la Agenda 2030-2050, que asumió hace diez años. Es un gran proceso de cambio en el que el país está inmerso y en el que es referente, por ejemplo, en los objetivos de transición energética. Hoy más del 56% de la generación eléctrica en España es renovable y eso no habría sido posible sin el impulso normativo y de las administraciones públicas y, por supuesto, sin la contribución del sector privado.
Las empresas son esenciales para alcanzar los ODS en el tiempo y forma marcados, porque aportan capital, tecnología, innovación y talento, cuatro factores determinantes para hacer posible esta gran transformación a la que aspiramos. En lo que respecta a Redeia, promovemos de forma global a la Agenda 2030 de Naciones Unidas a través de nuestro desempeño en sostenibilidad. En concreto, identificamos seis ODS prioritarios (7, 8, 9, 13, 14 y 15) a los que contribuimos de manera directa, facilitando la transformación de los territorios en los que estamos presentes. Esta labor supone un reto de grandes dimensiones, pero también es una oportunidad para liderar el proceso de cambio, a través de la innovación y las alianzas con otros agentes. Animo a todo el que esté interesado a descubrir nuestra aportación concreta a cada objetivo en nuestro informe anual.
¿Qué proyecto reciente de su organización considera más innovador en eficiencia energética? ¿Qué papel desempeñaron las tecnologías y la colaboración entre sectores en su éxito?
Cabe destacar el desarrollo del proyecto DLR de Explotación dinámica de la capacidad de transporte de las líneas eléctricas. La monitorización de la capacidad de transporte en tiempo real o explotación dinámica de líneas aéreas, también conocida como DLR (Dynamic Line Rating), es una forma novedosa de operar los circuitos eléctricos para calcular en tiempo real su capacidad de transporte en función de las condiciones meteorológicas existentes en cada momento. Eso permite optimizar las redes en un momento que éstas se configuran como elemento clave de la transición energética.
En cuanto al ámbito de los centros de trabajo y edificios de Redeia, existen numerosas medidas de eficiencia energética enmarcadas dentro del Plan de acción de cambio climático de la compañía, que establece unos objetivos cuantificados de eficiencia energética cuyos ahorros estimados superan los 1.700.000 kWh para el periodo 2021-2030.
Por último, cabe mencionar también algunos proyectos en marcha de I+D+i para lograr una alimentación híbrida en todas las casetas de telecomunicaciones de nuestra filial Reintel, y el proyecto Efisite, asistente virtual para ayudar a particulares a optimizar su consumo energético a través de la recepción de propuestas personalizadas de eficiencia energética en sus residencias.
¿La adopción de tecnologías ha mejorado la posición y el impacto de Redeia en sostenibilidad?
En efecto, la adopción de tecnologías ha sido decisiva para reforzar a Redeia como un actor transformador en sostenibilidad. Nuestro papel como operador del sistema eléctrico y gestor de la red de transporte exige anticiparnos a los retos de un modelo en el que, gracias a la digitalización, la innovación y el desarrollo de soluciones avanzadas, hemos mejorado la eficiencia en la gestión del sistema eléctrico, hemos facilitado la integración de renovables y hemos reducido y mitigado impactos ambientales.
La innovación tecnológica siempre ha estado en el ADN del grupo desde el nacimiento de Red Eléctrica, que fue la semilla del grupo y este año celebra su 40 aniversario. Son muchos los hitos que pueden mencionarse, pero especialmente significativa fue la creación del Centro de Control de Energías Renovables (Cecre) en 2006. Un centro de control pionero, el primero en el mundo en dedicarse en exclusiva al control y gestión de energías renovables y un ejemplo de que Redeia siempre ha sabido anticiparse teniendo la tecnología como aliada e integrándola en todos los procesos.
De hecho, el plan estratégico vigente establece la tecnología como palanca esencial para hacer posible la transición energética y la conectividad universal, principal propósito del grupo. Y en 2019 dimos un salto cualitativo con la creación de Elewit, nuestra plataforma tecnológica, que desarrolla proyectos novedosos a través de la colaboración con partners del ecosistema innovador, y que cinco años después demuestra que la adopción de tecnología no solo mejora la eficiencia operativa, sino que amplifica nuestro impacto positivo en el territorio, en la sociedad y en el futuro energético de España.
En 2030, ¿cómo le gustaría ver a España en términos de competitividad y sostenibilidad energética? ¿Qué rol deberían tener las empresas y las instituciones en alcanzar este objetivo?
Mi visión es la de una España líder, con un modelo energético autónomo, sostenible y asequible que sea motor de empleo, innovación, cohesión territorial y protección del capital natural. Estoy segura de que, para muchos de nosotros, eso significa ser referente en competitividad y sostenibilidad.
En términos concretos en el ámbito eléctrico, esto implicará contar con un sistema más renovable (el PNIEC establece una meta del 81%), pero también más dotado de herramientas que hagan posible esa integración, como el almacenamiento (también dentro de los objetivos PNIEC). Otro aspecto fundamental para lograr esa ambición es que España esté más interconectada con Europa. Hay que recordar que la UE se marcó un target del 15% de interconexión y que aún estamos muy lejos, por lo que es imprescindible seguir reforzando nuestros enlaces eléctricos con Francia como desde Red Eléctrica estamos haciendo. Por tanto, en el escenario 2030 antes descrito las redes seguirán siendo la columna vertebral y motor de cambio. Como siempre solemos decir: sin transmisión no hay transición.
En esa hoja de ruta, la colaboración y coordinación entre empresas y administraciones será más decisiva si cabe para movilizar inversión y generar valor y riqueza. Y todo esto sin dejar a nadie atrás. En el camino hacia 2030 no cuenta solo el qué sino también el cómo: cómo hacemos que la sociedad civil participe en estos objetivos, cómo logramos entre todos dejar el mundo mejor que nos lo encontramos.
¿Qué papel juega la digitalización en optimizar la gestión y distribución en las utilities? ¿Existen innovaciones clave que considere transformadoras?
La digitalización es un habilitador crítico para que las empresas del sector eléctrico evolucionen optimizando su gestión y el desarrollo de su actividad de negocio. Digitalización significa en términos globales mayor inteligencia, mayor flexibilidad, mayor eficiencia, mayor sostenibilidad.
En el caso concreto de Redeia y de Red Eléctrica, hay numerosos ejemplos de cómo la digitalización está ayudado a la operación del sistema y el transporte de electricidad. Por ejemplo, los DLR (Dynamic Line Rating) que mencionaba anteriormente, o el proyecto Asumo,
promovido por Elewit, que optimiza y automatiza los procesos necesarios para la gestión del ciclo de vida de los activos mediante la sensorización y visualización remota de activos críticos, así como la creación de gemelos digitales.
Y recientemente destaca la alianza sellada entre Redeia, Elewit y Arteche que se han unido para crear Arin Technologies, con el objetivo de desarrollar y comercializar soluciones enfocadas en la gestión de activos clave y la automatización de subestaciones eléctricas.








