¿Cree que España tiene el liderazgo necesario para cumplir los objetivos de sostenibilidad de la Agenda 2030- 2050? ¿Qué papel ve para instituciones públicas y privadas en este desafío?
España tiene una posición relevante en sostenibilidad, pero el liderazgo para cumplir los objetivos de la Agenda 2030 y 2050 exige acelerar esfuerzos y coordinar actores públicos y privados. Estamos entre las empresas lideres de algunos sectores como la implantación de renovables pero lejos en otros como por ejemplo el relevante margen de mejora en eficiencia y gestión de residuos.
En cuanto a las instituciones públicas nos deben garantizar la planificación estratégica y visión de futuro, es obvio que hay mucho que hacer en cuanto a coordinación intergubernamental y transparencia. Hoy la polarización política y falta de consenso son obstáculos para políticas a largo plazo.
En cuanto a las privadas creo que algunas de ellas son lideres mundiales en integración del medio ambiente en su negocio a través de la innovación y la economía circular como telefónica o Acciona.
Nosotros como sector del agua estamos trabajando para garantizar la gestión eficiente, reducir pérdidas, impulsar la reutilización y adaptarnos al cambio climático. Aquí el reto es que a la vez tenemos un importante déficit de inversión, al que no ayuda tener una de las tarifas más baratas de Europa.
Desde su perspectiva, ¿quién está impulsando más el cambio en sostenibilidad, las políticas, el mercado o la tecnología? ¿Cuáles son los mayores obstáculos?
Creo que hoy la tecnología es el catalizador más rápido, pero sin políticas claras y un mercado que valore la sostenibilidad, su impacto se puede ver diluido.
En nuestro sector, por ejemplo, tenemos leyes europeas, estatales y autonómicas muy avanzadas, pero la ejecución es lenta y depende de consensos políticos. En el agua urbana, la demanda de tarifas sostenibles y transparencia está creciendo, aunque el precio tan bajo del agua en España limita el incentivo económico a muchas empresas para acometer inversiones. Aquí quizás el gobierno central debería considerar el agua como un eje estratégico fundamental para nuestro país.
Creo que hemos sido poco ambiciosos o inteligentes con el empleo de los fondos europeos (Next Generation) que, aunque están impulsando proyectos de innovación en el sector, se han quedado muy lejos de lo que podría haberse hecho. Diríamos que ha faltado hidrointeligencia y falta de ambición.
En sus proyectos, ¿qué peso tienen los indicadores de eficiencia energética y sostenibilidad en la toma de decisiones estratégicas? •
En nuestro sector, la energía representa entre el 30% y 40% de los costes operativos en sistemas de agua potable y saneamiento. Por tanto, mejorar la eficiencia energética reduce gastos y aumenta fortaleza financiera, lo que influye directamente en decisiones de inversión.
Sabemos que la financiación de inversiones a través de los Fondos europeos, créditos verdes o la financiación de proyectos a través del BEI como la que dispone Canal, priorizan proyectos con KPIs claros de sostenibilidad (huella de carbono, consumo energético por m³, reutilización de agua). Sin estos indicadores, es difícil acceder a financiación estratégica (y más económica).
Además, hoy estos indicadores no son solo “operativos”, sino palancas estratégicas que condicionan inversiones, acceso a fondos, cumplimiento normativo y posicionamiento en sostenibilidad.
¿Cómo percibe el nivel de conciencia en empresas y entidades públicas en torno a la eficiencia energética? ¿Cree que la sostenibilidad está convirtiéndose en un factor competitivo y de responsabilidad clave?
La percepción sobre eficiencia energética y sostenibilidad en empresas y entidades públicas en España ha evolucionado notablemente en los últimos años, y hoy se considera un eje estratégico tanto por razones regulatorias como competitivas.
La sostenibilidad se está convirtiendo en un factor competitivo clave y en un imperativo de responsabilidad tanto para empresas privadas como para entidades públicas. En el sector del agua urbano, la integración de eficiencia energética y sostenibilidad no solo responde a regulaciones, sino que también abre oportunidades para innovación, reducción de costes y posicionamiento estratégico.
En el Canal así lo entendemos y tenemos previsto en 2030 por ejemplo, alcanzar el 100% de generación de energía renovable y limpia producida en nuestras instalaciones.
¿La adopción de tecnologías ha mejorado la posición y el impacto de su organización en sostenibilidad?
La tecnología no solo mejora la eficiencia y reduce impactos ambientales, sino que también fortalece la posición estratégica convirtiendo la sostenibilidad en un activo competitivo y reputacional clave en nuestro sector.
Conviene comentar algunos ejemplos de Canal:
La digitalización del ciclo urbano del agua, apoyada en IoT, big data y gemelos digitales, nos está permitiendo optimizar procesos y reducir hasta un 50% el consumo energético en plantas y redes, lo que disminuye emisiones de CO₂ y costes operativos.
Estamos poniendo en marcha plataformas inteligentes que integran datos de sensores, SCADA y GIS para anticipar fallos, detectar fugas en tiempo real y planificar mantenimientos preventivos. Esto mejora la resiliencia del servicio y reduce pérdidas de agua.
En Canal la implantación de contadores inteligentes, basados en la tecnología NB IoT está contribuyendo a detectar fugas en nuestros clientes, más allá del ámbito de nuestra empresa, pero que nos permite disponer de más recurso.
Canal de Isabel II está aplicando también la robótica para inspección y mantenimiento de redes subterráneas, reduciendo riesgos laborales y optimizando recursos. Esto se traduce en menor impacto ambiental, menores riesgos para los trabajadores y mayor eficiencia en saneamiento urbano.
Son muchos mas los ejemplos de como la tecnología se está convirtiendo en un factor clave de la mejora de nuestros servicios.







