La Estrategia de Salud Digital del SNS 2021-2026 (https://www.sanidad.gob.es/areas/saludDigital/doc/Estrategia_de_Salud_Digital_del_SNS.pdf), sitúa la transformación digital del sistema sanitario como un apoyo para la superación de los retos que deberá afrontar cualquier sistema de salud.A través de sus seis planes de acción, y con una financiación nacional y europea de más de 1000 millones de euros se desarrollan e implementan, junto con las Comunidades Autónomas, más de 700 proyectos, siguiendo un nuevo modelo de trabajo colaborativo público-público, cuyo objetivo es generar soluciones tecnológicas compartidas para el SNS.
Gracias a este modelo, las CCAA ejercen su liderazgo en las distintas líneas de trabajo, sirviendo como tractores de las demás, apoyadas por el Ministerio, que facilita su coordinación y cohesión, generando productos, modelos y servicios que pueden ser reutilizados por todas ellas, evitando la duplicidad de esfuerzos y aprovechando el enorme talento que en el ámbito de la tecnología sanitaria existe en los servicios de salud.
¿Cómo percibe el nivel de conciencia en empresas y entidades públicas en torno a la eficiencia energética? ¿Cree que la sostenibilidad está convirtiéndose en un factor competitivo y de responsabilidad clave?
En los últimos años he visto un salto claro en el nivel de conciencia; el Ministerio de Sanidad participa en el Plan Estratégico de Salud y Medio Ambiente y desde la Dirección General de Salud Digital apoyamos con el desarrollo de herramientas tecnológicas para su implementación.
Por otra parte, la Estrategia de Salud Digital del SNS 2021-2026, sitúa la transformación digital del sistema sanitario como un apoyo para la superación de los retos que deberá afrontar cualquier sistema sanitario, lo que pasa porque contribuir a que el sistema sea más sostenible, a pesar del aumento de la complejidad médica (más de 50 millones de habitantes en Europa vive con más de una enfermedad crónica), el incremento de la esperanza de vida, que provoca un crecimiento de la demanda de servicios sanitarios, especialmente cuidado de larga duración y farmacia, el aumento de la movilidad de la ciudadanía europea, la necesidad de apoyar a los profesionales sanitarios y la demanda de los ciudadanos en modelos complementarios de atención digital, sobre todo a raíz de la pandemia.
¿Qué proyecto reciente de su organización considera más innovador en eficiencia energética? ¿Qué papel desempeñaron las tecnologías y la colaboración entre sectores en su éxito?
Más que un proyecto concreto, es un nuevo modelo de trabajo colaborativo público-público, que comenzamos a utilizar en la pandemia, cuyo objetivo es generar soluciones tecnológicas compartidas para el SNS. Gracias a este modelo, las CCAA ejercen su liderazgo en las distintas líneas de trabajo de la Estrategia, sirviendo como tractores de las demás, apoyadas por el Ministerio, que facilita su coordinación y cohesión, generando productos, modelos y servicios que pueden ser reutilizados por todas ellas, evitando la duplicidad de esfuerzos y aprovechando el enorme talento que en el ámbito de la tecnología sanitaria existe en los servicios de salud.
¿Cree que las soluciones de eGovernment pueden contribuir a la eficiencia energética? ¿De qué forma?
Sin duda. En el ámbito del SNS existen notables ejemplos-. Uno de ellos es el servicio de Receta Electrónica Interoperable, que permite que un ciudadano pueda recoger su medicación en cualquiera de las 22.000 farmacias que forman parte de la red nacional, independientemente del servicio de salud que la haya prescrito, ha sido utilizada por más de 2 millones de usuarios, dispensando más de 17 millones de envases, además de existir la posibilidad de prescripción/dispensación electrónica en la mayoría de los países europeos. Más allá del ahorro energético que supone en términos de papel, en un país eminentemente turístico como el nuestro supone un aliciente para los potenciales visitantes europeos, que prefieren viajar a un país que presta este tipo de servicios, convirtiéndose así la digitalización de la sistencia sanitaria así en un motor económico en general.
¿La adopción de tecnologías ha mejorado la posición y el impacto de su organización en sostenibilidad?
En el último informe Digital Decade 2025, (https://digital-strategy.ec.europa.eu/es/library/digital-decade-2025-country-reports) España ocupa la novena posición de 27 países en la prestación de servicios sanitarios digitales, por encima de la media europea y de países de tamaño y población similar al nuestro (como Francia, Italia o Alemania), mejorando seis puestos desde el pasado año. Más del 80% de la población española tiene acceso a las historias digitales electrónicas, o bien a través de aplicaciones móviles o bien a través de portales web. Indudablemente esto supone un acercamiento a los objetivos de sostenibilidad de la agenda 2030. ONU y PNUD han documentado que las tecnologías digitales contribuyen de forma directa a cerca del 70 % de las metas de los ODS, lo que convierte la digitalización en un acelerador transversal de la Agenda 2030.
En concreto, para al ámbito de salud el ODS 3 busca “garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades”. La salud digital ayuda a mejorar el acceso a servicios sanitarios, especialmente en zonas rurales o para personas con movilidad reducida, refuerza la prevención y el control de enfermedades no transmisibles (diabetes, hipertensión, EPOC…). La calidad de los datos sanitarios en España es muy alta, y por ello, posibilita la interoperabilidad de la información de salud para la asistencia sanitaria en las mejores condiciones de seguridad; asimismo, el uso secundario de los datos sanitarios, convenientemente anonimizados apoya vigilancia epidemiológica, la planificación de recursos y la respuesta ante crisis, algo que la OMS destaca como clave para avanzar en las metas de salud de la Agenda 2030.






