La inteligencia artificial se está convirtiendo en un elemento esencial para transformar los centros de datos en infraestructuras más sostenibles y eficientes, aunque también es una de las tecnologías que más está contribuyendo al aumento de su consumo energético. Esta paradoja fue el eje central del tercer panel del Foro Tendencias “Inteligencia artificial, IT y centros de datos: el motor de la nueva sostenibilidad”, organizado por la Plataforma enerTIC.org. Bajo el título “La inteligencia artificial en el corazón del nuevo datacenter sostenible”, la sesión reunió a expertos de Atos, Equinix, Genostrum y Circutor, que compartieron experiencias sobre cómo hacer frente a los retos energéticos y operativos de estos gigantes tecnológicos.
El consumo energético de los centros de datos es un desafío creciente. Solo en 2022, estas instalaciones consumieron 360 TWh en la Unión Europea, y se espera que esta cifra siga aumentando a medida que crecen las aplicaciones basadas en inteligencia artificial. En España, se estima que los centros de datos representan aproximadamente el 1,5% del consumo energético nacional, una cifra que podría duplicarse para 2030. Esta situación ha llevado a la Unión Europea a intensificar las regulaciones, exigiendo a los centros de datos con una potencia de TI superior a 500 kW que recopilen y reporten datos precisos sobre su consumo de energía, uso de agua y eficiencia operativa, incluyendo métricas como el PUE (Power Usage Effectiveness) y el uso de energías renovables. Aunque estas normativas plantean desafíos, también representan una oportunidad para optimizar la gestión energética y mejorar la sostenibilidad de estas infraestructuras críticas.
Los participantes del panel coincidieron en que la inteligencia artificial es una herramienta fundamental para abordar estos desafíos. Aplicada correctamente, la IA puede optimizar sistemas de climatización, predecir fallos en equipos y ajustar automáticamente los parámetros operativos para maximizar la eficiencia. Algunos ejemplos mencionados incluyeron logros como el aumento del 70% en la eficiencia de refrigeración, gracias al uso de modelos predictivos y sensores distribuidos en servidores y racks. Estas tecnologías permiten anticipar demandas de energía, ajustar cargas en tiempo real y reducir el desperdicio de recursos, algo crucial en un entorno donde cada kilovatio cuenta.
No obstante, la aplicación de IA en centros de datos enfrenta algunos retos muy complejos. Para que estos sistemas funcionen correctamente, es fundamental contar con datos de alta calidad. Los modelos de IA solo son tan buenos como los datos que los alimentan, y la integración de estos modelos con los sistemas existentes puede ser un desafío técnico significativo. Además, la naturaleza crítica de los centros de datos exige un enfoque cauteloso, dado que un fallo en estos sistemas puede tener consecuencias graves para las operaciones empresariales.
Los expertos también subrayaron que la sostenibilidad en los centros de datos no se limita a la optimización de la eficiencia energética. Medidas como el uso de refrigeración líquida directa al chip, el aprovechamiento de calor residual para otros procesos industriales y la integración de fuentes de energía renovable son componentes esenciales de una estrategia más amplia para reducir el impacto ambiental de estas instalaciones. También se mencionaron innovaciones como el uso de aguas regeneradas para refrigeración, una práctica que puede reducir significativamente el consumo de agua dulce en centros de datos ubicados en regiones con escasez hídrica.
A pesar de estos avances, los retos son considerables. Además de la calidad de los datos, los centros de datos deben enfrentarse a problemas como la integración tecnológica, los altos costes iniciales y las restricciones de tiempo en la implementación de proyectos de IA. La creciente demanda de servicios digitales y la necesidad de equilibrar eficiencia y sostenibilidad añaden una capa adicional de complejidad. Los expertos coincidieron en que, aunque la IA es una herramienta poderosa para transformar los centros de datos en activos estratégicos, su adopción debe ser meticulosa y bien planificada para evitar riesgos operativos y maximizar los beneficios a largo plazo.
El mensaje final del panel fue claro: para que los centros de datos se conviertan en verdaderos motores de sostenibilidad, es necesario adoptar un enfoque integral que combine eficiencia energética, gestión inteligente de recursos y un compromiso firme con las energías renovables. Solo así será posible construir infraestructuras digitales capaces de sostener el crecimiento exponencial de datos sin comprometer el equilibrio ambiental.